Pepe Castell es un clásico del fútbol de élite provincial. Internacional en categorías inferiores con la selección española, este canterano del CD Castellón militó en el primer equipo orellut en Segunda Divisió A y B (117 partidos oficiales y 2 goles), CE Sabadell (2ª B), Benidorm (2ª B), Alzira (2ª B), Burriana, Alqueries y las dos últimas campañas en el Almazora.

A sus 35 años, afrontará con esta su octava fase de ascenso: tres con el Castellón (subió a 2ª A), Benidorm (para subir a 2ª A), Burriana (ascenso a Tercera), Alqueries y Almazora, en ambos casos sin poder escalar a Tercera.

El experimentado centrocampista castellonense tiene pensado “colgar las botas cuando finalice la presente temporada”. “Cada vez lo tengo más claro. Ya son 35 años, y pese que estoy muy a gusto en este club, ya se hace cuesta arriba y hay que dejar paso a los jóvenes”, explicó ayer a Mediterráneo. Un Castell que opina que “sería un broche de oro dejar al Almazora en Tercera en mi último año de fútbol en activo. Además los chavales lo merecen”.

El canalizador blanquinegro considera que es “una justa recompensa el poder disputar esta fase de ascenso”. “La plantilla confeccionada era para estar a mitad de tabla, pero a medida que han ido pasando las jornadas hemos ganado en regularidad y confianza, sabiendo estar todo el año en la parte alta”, arguyó.

Castell destaca que “la experiencia hace mucho y tenemos jugadores como Cifu, Vicen, Roberto Jiménez, los metas Raúl y Rubén, Juste, yo mismo... sabemos cómo hay que afrontar estos partidos”. Además, “jugaremos sin presión, porque el estar en el play-off es un premio que ahora debemos disfrutar”. “La clave será afrontarlo sin temor alguno”, finalizó. H