Frank Castelló ha elaborado un comunicado en el que se solidariza con la plantilla del CD Castellón, a la que entrenó de julio hasta el día de Nochevieja, cuando fue destituido (el equipo llevaba 16 partidos sin perder).

"Cuando el pasado mes de noviembre, el señor Cruz tuvo la brillante idea de acabar con tres jugadores de la primera plantilla del Castellón, redactamos un comunicado en el que expresábamos nuestra disconformidad con ese hecho y mostrábamos nuestra preocupación por el devenir del club", introduce.

"Entonces -prosigue-, un periodista local y seguidor del equipo, en su columna titulada Rebelión a bordo en Castalia, escribió: "Cualquier rebelión necesita algo más que un arrebato. Si no hay un plan, no hay nada. Si no se suman los que los rodean, está abocada al fracaso. Y cuando la rebelión fracasa, la respuesta suele ser represiva y desproporcionada". "Con este párrafo, creo que resumo lo que puede volver a pasar. Desde entonces, en el vestuario que me obligaron a dejar, han trascendido pocas cosas, sobre todo a nivel oficial, ya que la ley del silencio impuesta así lo corrobora", añade.

"Las promesas incumplidas, catalogadas como una mentira tras otra, el miedo a seguir mis pasos, la ilusión por seguir defendiendo la albinegra y, por qué no, de jugar una promoción y ver el estadio lleno, han llevado a los jugadores y empleados a sufrir en silencio y ver que mes tras mes las correspondientes nóminas no son ingresadas en sus cuentas", constata.

"Hace pocos días se rompió de una manera drástica, por parte de algunos jugadores, el miedo a luchar por lo que les corresponde; y en redes sociales manifestaron todo lo que están aguantando; dicen que más vale tarde que nunca, y yo aplaudo y me solidarizo con su decisión. Ahora solo falta, y vuelvo al principio, un plan... ¡y que se sumen los que los rodean!", acaba.