El CD Castellón busca desesperadamente un campo de césped natural para entrenar. Solamente le falta poner un anuncio, porque existe una honda preocupación por la falta de un escenario de esta superficie. El club está manos a la obra pero lo cierto es que los albinegros han establecido en el Parque Sindical su campo de operaciones habitual, donde se ejercitan siempre salvo la sesión del sábado de Castalia, alguna esporádica visita más al estadio y las insatisfactorias experiencias alternativas que ha catado.

Una de las razones de los crecientes problemas musculares que sufren los albinegros radica en la alternancia de superficies, cuyas secuelas aumentan a medida que pasa la temporada. El caso es que la dirección deportiva ha decidido no pisar más Castalia, que dista de estar en óptimas condiciones a pesar de los reiterados intentos de mejora por parte del club, con lo que Sergi Escobar y los suyos, frecuentemente, únicamente trabajan allí en la víspera de un encuentro.

Además, por caprichos del calendario, a pesar de que cada vez son más los equipos, en Tercera, cuyo terreno de juego es de moqueta, el Castellón, de los 14 encuentros que le restan en la temporada regular, 11 se desarrollarán en campos de hierba viva: ocho de ellos serán en territorio propio (Roda, Eldense, Torre Levante, Silla, Novelda, Borriol, Recambios Colón y Orihuela); y, de las seis salidas, Atlético Levante, La Nucía y Alzira. Los únicos duelos en césped artificial son Rayo Ibense, Olímpic y Paiporta.

ALTERNATIVAS

Durante la temporada, el Castellón ha probado La Pobla Tornesa, La Coma y Marina d’Or. El club anunció un acuerdo con el ayuntamiento de la localidad, en verano, para entrenar allí un día a la semana, pero el estado del campo, junto a la contrapartida de ocuparse del mantenimiento, obligó a que los albinegros acabaran desestimándolo.

El Castellón, con la llegada de Escobar al banquillo, llegó a ejercitarse varias veces en el campo de fútbol ubicado en las instalaciones del Club de Campo del Mediterráneo, pero su idoneidad tampoco convenció al actual cuerpo técnico. Lo mismo se puede decir de Marina d’Or.

Las semanas pasan y lo que hace un tiempo era algo conveniente, ahora ya es perentorio.