El Castellón aparece envuelto en una nebulosa de provisionalidad, fruto de la destitución de Joan Esteva, la interinidad de Ramón Moya y la búsqueda del entrenador definitivo, al mismo tiempo que el equipo se busca a sí mismo. Todo ello en plena competición, en una de esas semanas que no permiten un respiro, sobre todo para un equipo acuciado por la urgencia de puntos. Así llega el partido frente al Paterna (21.00 horas), una noche en la que entre las pocas cosas claras que hay, es la necesidad de volver a ganar para cerrar una peligrosa espiral (un punto en cuatro jornadas) y, de paso, hacer más llevadera una nueva transición.

Moya estará en el banquillo. Hoy y, lo más seguro, también el domingo frente al Jove Español en tierras alicantinas. La llegada de Dani Ponz, la opción prioritaria, depende de que este obtenga la excedencia en el centro educativo donde imparte clases de Educación Física, una circunstancia que, pese a la presión y las ganas que este entrenador de 40 años le está poniendo, podría alargarse en el tiempo, lo que obligaría a replantearse algunas cuestiones por parte de la entidad.

CUESTIONES a resolver // Si el permiso escolar para que el ex del Alzira quede liberado se demorase mucho, el Castellón tendrá que resolver varias cuestiones respecto al técnico de Sollana: si le espera, si cambia la metodología de trabajo y desplaza los entrenamientos a las tardes para que Ponz pueda compaginar ambas funciones, si Moya prolonga su estancia en el banquillo más allá de esta semana... O si, directamente, renuncia a Ponz para centrarse en otra alternativa.

José Antonio Seligrat (Torrent, 46 años) está en la recámara de la dirección deportiva. Su apuesta también supondría un mayor desembolso económico, al contar en su currículo con dos ascensos a Segunda B (Gandia y Olímpic), categoría en la que el valenciano ya ha entrenado tanto con los setabenses como con el Lleida (las últimas dos temporadas).

Mientras resuelve esta trascendental cuestión, Moya también tiene entre manos iniciar la transformación del Castellón. La vuelta a los orígenes, el equipo fiable e invicto de las siete primeras jornadas, antes de que Esteva lo metiera en un laberinto del que no fue capaz de sacarlo.

La primera receta del ilerdense es la habitual de estos casos: trabajo y más trabajo, con dos sesiones por encima de las dos horas, encaminadas a que los futbolistas, extraviados, encuentren el camino de vuelta a los triunfos. Después, ya será cuestión del siguiente inquilino del banquillo de Castalia, por donde han desfilado, en año y medio, hasta, media docena de nombres... H