Seis puntos de seis. El Castellón, que ganó sobre la bocina al recién ascendido Rayo Ibense, tuvo también más dificultades de las previstas para deshacerse de un incómodo Jove Español, pese al 5-1 pueda llevar a engaño. Los albinegros espabilaron tras un mal primer acto en el que llegaron a adelantarse antes del minuto 10, aupados por los cambios de Calderé, la pizarra y la enorme gama de argumentos ofensivos.

Castalia pasaba revista para abrir la quinta temporada consecutiva en Tercera, dentro de este vía crucis al que le ha obligado una mala gestión que va camino de los tribunales. Esta vez, el Castellón es mucho más reconocible respecto al de la pasada temporada; no así el césped, de nuevo hecho unos zorros y que dificulta el juego combinativo de un grupo de futbolistas con sabiduría para mover la pelota con soltura. Así, mayor cuota de responsabilidad para los extremos, convertidos en fundamentales al menos hasta el terreno de juego vuelva a ser un aliado de los orelluts.

La estrategia, por descontado, adquiere una suprema relevancia. Rubén Suárez mandó al palo un libre directo en el minuto 6 y, en el 8, un córner envenenado del asturiano adquirió aún más virulencia con el despeje de Iván Fernández al mismo poste, permitiendo que, de nuevo Guille Vázquez, remachase a las mallas.

El Jove Español no se arrugó, culminando un arranque de partido con más goles que fútbol con el empate, obra de su capitán, Manrique, después de un trallazo desde fuera del área (min. 11).

El Castellón, como el explosivo inicio de la tarde, fue diluyéndose. Solo la protesta de dos penaltis (la segunda le costó a Calderé la primera amonestación de la temporada) y la postrera amarilla rayando la roja para Ramos, con serias dificultades para frenar al impetuoso jamaicano Ashford, alteraron el ritmo monocorde de un encuentro decepcionante.

Prueba de ello fue el cambio de Saizar por el ondense. El guipuzcoano no tardó en asociarse con Fonte, en una jugada nacida en la cabeza de Marenyà, para que el burrianense fusilara a Adrián Murcia. Ni cinco minutos habían transcurrido desde la reanudación. El ex del Real Unión desatascó al Castellón. Poco después probó al portero sanvicentero. Rubén Suárez, más arropado, por fin pudo rematar, pero desviado.

El Castellón ya fue más lo que se esperaba. El 3-1 rondaba… y volvió a caer en una acción nacida de la pizarra de Iñaki Descarga (segundo de Calderé), pero nuevamente ayudado por un rebote, que permitió que Escudero pusiera una distancia de seguridad de dos goles, a 22 minutos del final.

Se abrió la barra libre de ocasiones, sobre todo por parte de Rubén Suárez, esquivo con el gol hasta que lo encontró. El asturiano aún tuvo tiempo de asistir a Fonte para que los albinegros repitieran el 5-1 de la pasada temporada sobre el Jove Español. H