David Cruz está convirtiendo la situación del Castellón cada vez en más insostenible. Sabido es que los jugadores no cobran desde hace mucho tiempo —algunos lo hicieron por última vez en octubre, con lo que llevan cuatro meses, y otros solo han recibido una mensualidad más— y no está previsto que la situación cambie lo más mínimo en breve.

Y hasta hace aproximadamente un mes, mientras la racha de resultados era positiva —el Castellón estuvo 22 encuentros consecutivos sin perder— está situación quedaba por momentos en el olvido. La buena trayectoria del equipo, que marchaba segundo en la clasificación, solapaba un asunto delicado como es llegar a fin de mes y no cobrar las nóminas acordadas a la hora de firmarse los contratos.

Pero el cambio en la decoración —el Castellón suma tres puntos de los últimos 15 posibles y ha bajado hasta el séptimo lugar de la tabla—ha vuelto a situar en un primer plano —si alguna vez no lo ha estado— el tema de los impagos. Los jugadores están cada vez más tocados y el propio entrenador, Manu Calleja, ha reconocido que ha tenido que hablar con la plantilla últimamente para levantarles una moral que tienen muy afectada.

EL MÍSTER, TAMPOCO

Si los futbolistas albinegros están atravesando una delicada situación, tampoco sabe lo que es recibir una nómina desde que llegó el entrenador. Cruz lo fichó el pasado 31 de diciembre tras despedir a Frank Castelló, y Calleja también ha reconocido públicamente que no ha cobrado todavía, pese a que se lo ha pedido en más de una ocasión al presidente y consejero delegado, tanto para él como para su cuerpo técnico. Y su respuesta siempre tiene un tono tranquilizador, diciendo que la solución está muy cerca.

Y esta sería la venta del club al grupo inversor chino LEDUS Lighting Technology Ltd., que está negociando con Cruz y cuyos representantes se reunieron también con Enric Porcar, concejal de Deportes, la pasada semana. Desde el Ayuntamiento, al parecer, se puso como condición para recibir su apoyo en el caso de que tomen el control del club que el actual máximo accionista quede totalmente desvinculado de la entidad albinegra.

También ha finalizado ya la moratoria que Hacienda dio al club al comenzar la temporada y que obliga a un pago superior a los 100.000 euros a Cruz, con lo que la situación todavía es más complicada si cabe. El incumplimiento de estas obligaciones podría ser crucial para el club.

Y con todo ello, el equipo —con la moral baja por las vivencias que ha tenido que sufrir toda la temporada— debe hacer frente a las últimas nueve jornadas de Liga pensando en revertir la mala racha de resultados que ha encadenado desde hace un mes para volver a situarse en los puestos de play-off de ascenso. El objetivo es posible y a buen seguro que jugadores y cuerpo técnico lucharán por conseguirlo, pero no pueden conceder más tropiezos.