Esaú Rojo encarna la figura del delantero goleador de la que el Castellón ha adolecido tantas veces en los últimos tiempos. Desde que los albinegros subiesen a Primera (1989) aupados en los 23 tantos de Pepe Mel, nadie más ha llegado a la veintena o se ha acercado. Luismi Loro, el que más: en la temporada del descenso --administrativo-- a Tercera logró 17. Da la sensación de que al alcarreño, fichado con la temporada ya en marcha (debutó en la séptima jornada), no le dará tiempo a alcanzar esos guarismos ni aún contando con unos hipotéticos play-off, pero sus números, absolutos y relativos, tienen cada vez mayor peso.

El 0-1 de Esaú en Sedaví es el 11º en la cuenta particular y el cuarto en las últimas cinco jornadas. Con esta interesante racha, promedia 0,41 goles por encuentro (cerca del 0,5 que suele acreditar a los realizadores más contumaces), reduciendo el tiempo de espera entre celebración y celebración a los 211 minutos.

ILUSTRES ‘PICHICHIS’ // Sus guarismos empiezan a poder ser comparados con los ilustres goleadores del Castellón. Desde aquel 1989, han vestido de albinegros atacantes de la talla de Córcoles, Paco López, Castillejo o Salillas, que en Segunda B rondaron la quincena. Las dianas en Segunda A catapultaron a Natalio primero y a Ulloa a controvertidas ventas -gentileza de Castellnou2005- al Almería, sin olvidar a Luismi Loro: sin ser un delantero de referencia, alcanzó los 17 en la fatídica temporada del descenso por impagos a Tercera (todavía los sigue marcando en el Roda). Un futbolista de un perfil similar (salvando las distancias) al de Rubén Suárez quien, gracias a la fase de ascenso de hace un par de campañas, arribó a los 15.

Está claro que para alguien que viene de 26 en 34 encuentros (incluyendo fase de ascenso a Segunda B y nueve desde el punto de penalti, donde aún no se ha estrenado en el Castellón) con el Azuqueca, los 11 de ahora pueden saber a poco, pero teniendo en cuenta el distinto potencial entre el grupo manchego y el valenciano y todo lo que está cayendo aquí, no está nada mal.