El destino se recrea en su capricho y pone al Castellón en una situación muy similar a la que, un año atrás, encaró a la hora de clasificarse, entonces, para la tercera y última eliminatoria de ascenso a Segunda B. Los albinegros, que aquel día defendían un 2-1 en su visita al Atlético Malagueño, deben mejorar el 0-0 de Castalia para cargarse al Poblense. No obstante, les espera un rival y unas condiciones de partido con las que tuvo que lidiar en La Rosaleda y aunque con uno de los mayores ejercicios agonísticos de los últimos tiempos, salir airosos.

El cuadro balear tiene trazas de equipo filial (técnicamente, sería una especie de Mallorca C, con muchos futbolistas formados y/o directamente cedidos por los bermellones). Además de su querencia por el balón, contarán con el factor campo a favor (no tanto por el público, sino por un estado idóneo del césped natural y unas dimensiones que hacen palidecer a las de campos punteros del país). Por otro lado, el encuentro se disputará bajo unas condiciones meteorológicas similares a las de aquel caluroso mediodía.

Si el Poblense ya manejó claramente la posesión en la ida, pese a las irregularidades de Castalia, ese dominio se acrecentará en su territorio. El Castellón tendrá que resolver un dilema, si esperar atrás a riesgo de facilitar el ataque de un equipo que promedia más de tres goles en su casa; o si adelanta la línea de presión, en cuyo caso se expone a que proliferen los huecos --si las ayudas no funcionan bien--, debido, sobre todo, a la extrema anchura (74 metros, cuatro más que Castalia) del Nou Camp de Sa Pobla.

EN RESERVA

Sea como fuere, el tipo de partido previsto exigirá un notable desgaste en un equipo ya exprimido. Enrique, Marenyà, Yagüe o Javi Zarzo han dado muestras de estar ya en reserva. Como le sucedió a aquel Castellón de Kiko Ramírez, que no tenía a ningún delantero para aquella cita (estaban descartados, entre sanciones y lesiones, Fabiani, Fonte, Tariq, Saizar y Antonio), por lo que apostó de entrada por Ebwelle (Jesús López acabó en punta).

Lo único que cambia, es que los orelluts tienen que buscar un gol. Sí o sí. En La Rosaleda, como así fue, les bastaba con defender a la heroica el 0-0, mientras que este domingo hay que marcar, si no se quiere llegar a los penaltis, que teniendo en cuenta que han sido verdugos en las últimas dos tentativas de ascenso (Haro y Gavà)... Eso sí, el espíritu debe ser el mismo, aunque de aquel equipo solo sobreviven Guille Vázquez (jugó todo el partido, pero ahora ya no es titular), Marenyà (disputó 70 minutos) y Jesús López (también aguantó todo el envite).

¿MISMO ONCE?

No se espera que Calleja cambie el equipo. Podría jugársela con Javi Zarzo de extremo y Lolo Ivars de enganche (o intercambiando ambos sus posiciones), con lo que Yagüe sería suplente. Parece más probable que meta a Clyde... ¿por Marenyà?