La nueva dirección deportiva del Castellón ha citado a todos los jugadores que acabaron la temporada entre hoy y mañana. Los futbolistas irán desfilando por las oficinas de Castalia para negociar los impagos y, de forma paralela, tratar su futuro, en lo que será el segundo impulso al remozado proyecto, después de la presentación, el viernes, de Frank Castelló, que vuelve al banquillo orellut después de que David Cruz le despidiera en Nochevieja.

El bocairentí ya avanzó las líneas maestras en la citada rueda de prensa. Castelló, que vuelve con mayores competencias y responsabilidades --imultaneando su cargo como entrenador con el de responsable de la secretaría técnica, junto a Jordi Bruixola--, manifestó que no habría una revolución profunda, entre otras cosas porque él ya fue el artífice de la llegada de muchos de esos jugadores, el verano pasado.

LO DEPORTIVO Y LO ECONÓMICO

Está claro que las negociaciones, con todos ellos, estarán marcadas por la doble vertiente económica y deportiva, pero los planes iniciales pasan por que continúe en torno a la mitad de la plantilla que terminó disputando la fase de ascenso a Segunda B (después de acceder desde la cuarta posición), para caer eliminados en la segunda ronda, con un gol condenatorio en el minuto 95. Eso significaría que seguirían alrededor de 10 o 12 integrantes.

Mediterráneo ya informó, en su edición de ayer, que hay hasta ocho futbolistas con contrato en vigor: Jesús López, Abraham, Guille Vázquez, Álvaro, Guinot, Álex Salt, Alexis Meva y Albert Pedra. Su futuro será una cuestión prioritaria, porque en función de si siguen -algunos saldrán cedidos-, marcará el número de refuerzos.

‘CASTELLONIZACIÓN’

Se trata de un término utilizado a menudo durante la oscura era Cruz, pero pocas veces, por no decir nunca, puesto en marcha. Esta vez, la principal consigna es la de provincializar el equipo, en su más amplio sentido del término, con gente formada en la cantera, jugadores que ya vistieron de albinegro y dejaron huella.

Una medida lógica en lo futbolístico, pero que también tiene su trasfondo económico: el ahorro en alquileres. Una idea que pone en peligro la continuidad de Lolo Ivars, Pruden, Álex López, Manu Martínez, Clyde, Chema o Esaú.

Futbolistas como Enrique, Javi Zarzo o Ximo Forner también entran en los planes, pero son susceptibles de contar con ofertas de Segunda B, lo que dificulta que vistan otro año de albinegros.

En consecuencia, Zagalá, Sabater, Fonte o Marenyà cuentan con un elevado índice de opciones de seguir. Aunque siempre que haya un acuerdo también desde el punto de vista del dinero. Porque, antes que nada, hay que regularizar esta situación.