Castellón volvió a demostrar las razones por las que es considerado el sexto mejor maratón español en la actualidad, solo superado por Valencia, Sevilla, Barcelona, Madrid y San Sebastián. Una vez más, se evidenció que el esfuerzo que realizan durante todo el año los miembros del Club Running Castelló para que todo sea un éxito merece la pena, ya que de nuevo los participantes se marcharon encantados con el trato recibido y el recorrido, y miles de castellonenses volvieron a salir a la calles para animar a los valientes a lograr sus objetivos.

Así, en su segunda edición en febrero, el VIII Marató BP Castelló mantuvo el nivel y dejó claro que si continúa así podría situarse a corto plazo en el top-5. Y es que se vivió una carrera espectacular, en la que se impuso el keniata Stephen Kiplimo, que partía como uno de los favoritos y lo demostró. Su tiempo, aunque no pudo superar el récord de la prueba en poder de Carles Castillejo en el 2011 (2.10.09 horas) fue sensacional, ya que mejoró su marca personal y paró el crono en 2.11.28 horas —tenía 2.12.35 horas—, por delante de los etíopes Wosen Zeleke Demse (2.11.42 horas) y Gadisa Birhanu Shumie (2.11.46 horas). Apenas 18 segundos entre el ganador y el encargado de cerrar el podio, lo que demuestra la igualdad que hubo entre los tres, que fueron juntos hasta que a falta de menos de dos kilómetros el vencedor forzó la máquina para coger unos metros de ventaja, que le sirvieron para cruzar en solitario la meta, instalada, como es habitual, en el eje central del paseo Ribalta.

En el instante en el que Kiplimo atacó solo quedaban tres atletas en cabeza, pero fue una carrera en la que durante muchos kilómetros estuvieron hasta ocho representantes del poder africano en cabeza. Esto se pudo ver en el paso instalado a mitad de la prueba, donde todos ellos pasaron con 1.05.17 horas. El primero en ceder fue Samwell Kibiwot, que era una de las liebres, y el resto lo hicieron ya en los kilómetros finales, viéndose una imagen poco habitual con hasta cinco atletas juntos a falta de menos de 5.000 metros para el final.

Dominio de Ayanu / Menos emoción hubo en categoría femenina, ya que la etíope Tigist Teshome Ayanu no tuvo rival desde el principio y corrió en solitario toda la carrera, marcando siempre el ritmo. Salió decidida a no dar opción a sus rivales, parando el crono en 2.29.57 horas, lo que significa marca personal, ya que llegó a la capital de la Plana con 2.30.09 horas. A cerca de 20 minutos terminaron las dos keniatas que completaron el podio, Melan Misikhu (2.47.34 horas) y Charity Chepkorir (2.49.28).