La racha del Castellón, que va camino del 23º partido consecutivo sin conocer la derrota, pasa la dura prueba del Luis Suñer Picó. Allí aguarda el Alzira de Dani Ponz, un entrenador que siempre complica la existencia. El duelo, en una jornada caracterizada por los encuentros matinales, arrancará a las cinco de la tarde.

Ya son incontables las batallas del técnico de Sollana con los orelluts. Se trata de un preparador del perfil de Frank Castelló, con quien comparte una amistad fraguada en tantos y tantos campos de la tercera división valenciana y que, hace ahora una vuelta, ya protagonizaron un combate nulo en Castalia (0-0). No habrá una resolución en el pulso particular de los dos entrenadores valencianos, debido a la destitución del bocairentí. Pero a buen seguro que Ponz le tiene preparada una trampa a Manu Calleja.

vuelve ESAÚ // El cántabro, de lo que no se puede quejar para nada, es que no dispone de argumentos y recursos suficientes como para salir airoso de la emboscada. Recupera a Esaú, uno de los imprescindibles y también está en la lista, aunque tiene un golpe en la tibia, el central Álvaro. Y es que el míster albinegro se llevará a todos los disponibles.

Calleja siempre deja alguna sorpresa de última hora. La teoría apunta a que Esaú relevaría a Fonte, aunque teniendo en cuenta la gente de renombre que últimamente está en el banquillo (Lolo Ivars o Marenyà, por ejemplo), sin duda, puede oxigenar más al equipo, principalmente en su parcela ancha. Dejando a un lado el cambio de 9, Calleja ya dejó caer el viernes alguna variante más, encaminada a desactivar el dispositivo de Ponz.

Precisamente, más problemas tiene el técnico local, que hace frente a las lesiones del lesionado Mauro Melo; y a las sanciones de Alberto Tendillo y Luis García (autor de 10 goles). Además, el portero Ovejero y Óscar Gomis estarán en el banquillo, aunque solo saldrán en caso de extrema necesidad (la plantilla del Alzira está compuesta por apenas 16 efectivos). Ferran y Ubach han forzado sus recuperaciones.

LOS NÚMEROS // Empatar le permitiría continuar con la media inglesa perfecta (lleva ocho jornadas consecutivas ganando en casa e igualando fuera). Una simple X le permitiría, además, establecer la segunda mayor plusmarca en solitario de partidos sin perder (23), dejando atrás la de temporada 68/69, también en Tercera, bajo la dirección de Vicente Dauder. Todavía lejos de los 30 de la 2002/2003, en Segunda B, con José Luis Oltra (sumando los tres de la campaña anterior con Jorge Palomo, el récord absoluto es de 33, aunque en dos ejercicios y con dos técnicos distintos).

Sin embargo, lo más importante es el punto de vista clasificatorio. El triunfo en La Ribera distanciaría a los locales en ocho puntos (nueve, con el golaveraje particular), con lo que prácticamente eliminaría a otro rival directo, acentuando la selección natural de la competición.