Tres días después de lograr el pase histórico para las semifinales de la Europa League, el Celta cayó derrotado ante un buen Betis.

El Celta salió dormido a Balaídos. Sólo en los minutos finales de la primera parte pudo batir al bético Adán. Primero con una doble ocasión clarísima de Bongonda y Jozabed y después con un remate de cabeza que se marchó demasiado cruzado. Pero antes, sufrimiento, descontrol y cara de pocos amigos de Berizzo. El conjunto bético fue el dueño absoluto del encuentro y antes de los primeros 30 minutos ya había disfrutado de casi media docena de oportunidades.

Mejoró el Celta tras el paso por los vestuarios. Adelantó un poco sus líneas y con eso le bastó para tener mayor tiempo el balón en su poder. Guidetti lo agradeció porque entró más en juego, pero cuando más asentado parecía su equipo el Betis, que ya había avisado con un tiro cruzado de Durmisi, lo golpeó con un remate de cabeza de Darko Brasanac.

El tanto verdiblanco obligó al Celta a lanzarse al ataque. Los cambios, sobre todo la entrada de Wass a falta de veinte minutos, también oxigenó a su centro del campo. El Betis ya estaba replegado, buscando matar el partido con un contraataque, y en la recta final Wass pudo lograr el empate pero su disparo se marchó fuera. El Betis sella así la permanencia y los vigueses ya piensan en las semifinales europeas ante el Manchester United.