Las Palmas, rival que el domingo al mediodía visita al Villarreal, no remonta. El Celta le sometió anoche a una nueva paliza (2-5), que pudo ser mayor: la relajación final permitió que Vitolo y Rémy hicieran menos grande la herida. Antes, un hat trick de Aspas, unidos a los tantos de Emre Mor y Pablo Hernández, habían colocado un sonrojante 0-5 en el Estadio Gran Canaria.

La fragilidad de los insulares es tal, que desaprovecharon la oportunidad de meterse en el partido al inicio de la segunda mitad, cuando el portero celeste Rubén era expulsado: encajaron dos goles más.

La incorporación de Ayestarán al banquillo está muy lejos de mejorar a la UD.