El pulso en la cumbre de la Liga se mantiene vivo. En el mismo escenario donde el Barça sufrió para doblegar al Celta con un gol de Mathieu, el Madrid no se dejó arrastrar por el desánimo, reaccionó con entereza y acabó sacando el triunfo que necesitaba para prolongar su esperanza en que un tropezón azulgrana le abra las puertas hacia el título liguero. Dos goles de Chicharito, uno de Kroos y otro de James tumbaron a un Celta fascinante por su vigor ofensivo pero descuidado atrás.
Volvió Ramos al centro de la defensa y Ancelotti hizo hueco a Illarramendi en el medio. Puede que a los nueve minutos estuviera arrepentido. Perdió Illarra el balón en las inmediaciones del área celeste y el contrataque subsiguiente acabó en gol de Nolito.
El Madrid hizo lo que tenía que hacer, lanzarse en busca de un empate que no tardó en llegar. James y Ronaldo se encontraron por la derecha, el centro del portugués fue rechazado por Mallo y apareció Kroos. Una reacción enérgica que abrió el escenario a la aparición del efecto Chicharito. El mexicano marcó bajo las piernas de Sergio con un remate cruzado. Tenía el Madrid el choque donde quería, pero un grave descuido de Marcelo dio nuevas alas al Celta, que empató enseguida por medio de Santi Mina. En vez de darse un respiro, el conjunto de Berizzo renovó su impulso ofensivo, estuvo cerca de sorprender a Casillas antes del descanso por medio de Larrivey y se encontró con un palo de Ronaldo y un gol de James.
Volvió a la carga el Celta en un segundo tiempo que el Madrid encaró con dificultades y rozó el penalti en contra tras una acción de Ramos con Orellana. La admirable actitud del cuadro gallego dejó más espacios que el Madrid aprovechó para matar el partido con Chicharito de ejecutor. H
