El dinero fresco inyectado por el aeropuerto de Castellón a través de Aerocas, en virtud de un patrocinio pendiente desde hace varios años, está permitiendo que la dirección deportiva refuerce todavía más la plantilla. Desde el ingreso en la cuenta del club, han llegado jugadores contrastados como Albert Yagüe, Miki Martínez, Juanra Cabrero (ya estaba entrenando, pero su incorporación definitiva fue hace poco), Álvaro Campos... y no serán los últimos. Además, el club baraja otro dinero extra: una parte del último traspaso del castellonense Pablo Hernández, por los denominados derechos de formación.

A mediados de agosto, el Swansea confirmaba la venta del internacional español al Al Arabi. Sin embargo, la cifra de la operación no ha trascendido, por lo que el Castellón trata de averiguarla a través de la FIFA para solicitar la parte correspondiente, que rondaría el 1,5% del total, como ya sucedió cuando Pablo dejó el Valencia para enrolarse en el conjunto de la Premier League.

EL REGLAMENTO, muy claro // Hace un par des años, el conjunto galés pagó 5,5 millones de libras (unos siete millones de euros al cambio) al Valencia. Los che, en virtud del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, estaba obligado a repartir el 5% de lo percibido entre todos aquellos clubs en los que militase el futbolista en cuestión entre los 12 y los 23 años.

El Castellón recibió, en esta operación, 120.000 euros (Onda y Rafalafena, en los que Pablo Hernández también militó durante su etapa de formación, fueron recompensados con la tercera parte de ese dinero, aproximadamente). El Swansea pagó en dos plazos (en torno al 50% en cada uno de ellos), el primero en la temporada 12/13 y el segundo, ya bien avanzada la campaña pasada.

la RATIFICACIÓN // Según maneja el Castellón de forma extraoficial, esta vez el Al Arabi de Catar, en el que el internacional español ya ha debutado marcando de falta incluso, habría desembolsado una cantidad cercana a los dos millones de euros. De ser así, ahora el pellizco rondaría los 35.000 euros. No está nada mal.

MÁS CASOS // Pablo Hernández no ha sido el único que ha dejado dinero en Castalia, en virtud de los derechos de formación (o mecanismo de solidaridad). El nulense Sergi Canós, traspasado también hace un par de años del juvenil del Barcelona al del Liverpool después de haber pertenecido al Castellón en alevines e infantiles, es otro de los jugadores exportados. Como ha quedado de manifiesto, esta situación se repetirá tantas veces sea traspasado un jugador, siempre que sea un club extranjero el comprador.

El Castellón ya se ha puesto manos a la obra para presentar la documentación que acredite el paso del extremo por su fútbol base, con el fin de poder, incluso, percibir el dinero durante el ejercicio en curso. Trámite que debe cumplimentarse a partir del mes de la oficialización del traspaso, circunstancia que se ha producido hace escasos días. H