El Mönchengladbach perdió paulatinamente a sus mejores jugadores. Un club vendedor que apostaría por la cantera e hilar fino en los fichajes. Lucien Favre se adaptó a ese nuevo escenario y con el correr del tiempo aparcó el vértigo habitual en los partidos del Borussia y su nueva propuesta ha dotado a su equipo de mayor consistencia defensiva asumiendo los riesgos imprescindibles.

El alemán es un conjunto trabajado y con conceptos claros sobre lo que tiene que hacer. Cuando el rival ataca en posicional manda arriba una primera oleada de presión con cinco o seis jugadores; si no es efectiva, reorganización defensiva hasta replegarse en un posicionamiento intermedio.

Líneas juntas y buena predisposición al trabajo, basculando a la zona del balón. En fase ofensiva, inicia con los centrales abiertos y un medio que se sitúa entre ellos. En esta fase no hay mucha velocidad en la circulación, incitando al oponente a que vaya arriba, aunque esa pausa engañosa puede alterarse por un habitual balón en largo que salta las líneas de presión. Cuando logran progresar a campo rival, el ritmo del juego se agiliza y en el último tercio hay variedad y calidad.

VARIAS ALTERNATIVAS // Es un equipo que maneja bien principios ofensivos como desmarques de apoyo y ruptura, diagonales, cambios de ritmo y, sobre todo, tiene un contragolpe muy bueno. No conceden espacios y concedérselos es una temeridad porque saben explotarlos. Cuando más les atacas, más vulnerable eres.

La posesión no es prioritaria: el Schalke disfrutaba de un 60% y encajó cuatro goles. Cuando atacan lo hacen juntos y cuando defienden también. Favre utiliza un 4-4-1-1 en ataque, variante al 4-4-2, con un once bastante definido.

EL UNO A UNO // Sommer, ofrece agilidad en la portería, un excelente juego de pies, pero le falta autoridad por alto. Como centrales, el veterano capitán Stranzl, dominador del juego aéreo, pero falto de cintura y velocidad; mientras el canterano Jantshke es sobrio, correoso, disciplinado.

El carril derecho es para Johnson, polivalente, hábil con las dos piernas y buenos recursos técnicos, o Korb. Domínguez actúa en la izquierda, central zurdo, fuerte y expeditivo, que va bien por alto, pero en banda le falta velocidad.

Por delante, dos excelentes volantes: Kramer, campeón del mundo, es el alma del equipo; el zurdo Xhaka es el mejor gestor del balón. En banda derecha, atención a Hahn, hace dos años en Tercera y ahora el jugador más en forma; una continua amenaza. En la izquierda, Traoré, que aparece por fuera o por dentro buscando pases, arrastrando y desordenando defensas.

Rafael, desequilibrante en la conducción, de muchos recursos técnicos y buena definición, es el segundo punta. Arriba, Kruse, un falso 9, zurdo, que se mueve por todo el frente para apoyar y descargar, y que le pega duro a la pelota. Su recambio ha sido Hrgota, ariete más referencia alto, fino de piernas, ligero de movimientos y que corre bien las contras. H