Portugal se clasificó como segunda del grupo B después de empatar contra Irán (1-1) y se enfrentará a Uruguay —primera en el grupo A— en los octavos de final del Mundial. Ricardo Quaresma cambió el guión de un partido que se le complicó mucho a los lusos después de que un desaparecido Cristiano Ronaldo fallase un penalti en la segunda parte, cuando los lusos mandaban en el marcador ahte el equipo de Queiroz.

Como contra España en la segunda jornada de la farse de grupos, el cuadro iraní planteó un partido hosco y lento, acumulando a todo el equipo en campo propio. Portugal, con Cristiano Ronaldo entre líneas, más retrasado de lo habitual, consiguió mostrar, por primera vez durante el torneo, a una defensa iraní dubitativa y nerviosa en los primeros minutos del choque.

Los lusos se imbuyeron del pesado ritmo del partido y entraron en el juego de Queiroz. Una vez atascados en la maraña defensiva, Portugal dejó espacios atrás y permitió a los iranís disfrutar de varios contraataques, en los que se mostraron tan incisivos como poco acertados en los últimos metros. Ronaldo desapareció en la segunda mitad de la primera parte y solo se mostró tímidamente en un disparo que atrapó Beiranvand sin problemas (min. 39). Poca aportación para una selección que depende mucho de su participación sobre el césped.

llega el gol / Tuvo que ser una genialidad de Quaresma la que desatascara el encuentro en las postrimerías de la primera parte. El extremo derecho luso disparó con el exterior y colocó el balón en la escuadra iraní (min. 45). Con este tanto se marcharon los jugadores a los vestuarios.

Irán no varió su planteamiento en la segunda parte, y le pudo salir muy caro después de que Cristiano cayera con estrépito en el área y el árbitro, Cardoso, decretara el dudoso penalti tras consultar el VAR (min. 50). Veiranband adivinó la intención de Ronaldo y atajó el balón. El árbitro tuvo que volver a consultar el VAR tras una posible agresión de Cristiano que se saldó, finalmente, con cartulina amarilla.

Portugal se conformó con retener el balón y minimizar los pocos ataques de Irán, que no se acercaba mucho a los dominios de Rui Patricio. Pero en uno de ellos, de nuevo con VAR mediante, el arbitró pitó penalti. Lo transformó Ansarifad (min. 92), castigando así la racanería portuguesa y dejándolos al final segundos de grupo.