Las paradas del portero al que renunció Zinedine Zidane en el mercado invernal, Kepa, permitieron puntuar 13 años después al Athletic en el Bernabéu, por delante en el marcador hasta que un taconazo de Cristiano Ronaldo evitó la derrota madridista.

La poca trascendencia del duelo invitó a un intercambio de golpes de inicio. Los de Ziganda manteniendo el orden y en pie siempre gracias a Kepa. El portero que estuvo a punto de ser madridista exhibió sus virtudes para dejar en el aire el debate sobre la decisión de Zidane, que lo frenó todo.

Las llegadas del Real Madrid le hacían merecedor del gol pero tuvo un castigo inesperado. El travesaño repelía un magnífico testarazo de Cristiano. El portugués remata todo lo que no busca Benzema. En una rápida carrera lo intentaba al palo largo pero no encontraba puerta. Kepa ya había parado la primera a Asensio. Fue cuando llegó el golpe del Athletic. Era el minuto 14 cuando de nuevo apareció un agujero que aprovechó Córdoba. Su pase al espacio lo aprovechó con brillantez Williams que picaba el balón ante Keylor. A una semana de un nuevo duelo europeo que marca la temporada, en Múnich, el Madrid podía desgastarse en el esfuerzo por la remontada. Lo buscó con continuidad en sus llegadas, siempre topándose con Kepa que sacaba abajo un disparo a corta distancia de Cristiano Ronaldo y de larga distancia de Marcelo.

Pasó el primer tiempo y en el segundo el Real Madrid no encontraba por donde dañar la defensa ordenada del Athletic. Era la hora de pasar al plan B de Zidane con la entrada de Isco, que aportó mayor fluidez, y de Bale, que ni está ni se le espera. A tres minutos del final aparecía Cristiano para desviar de tacón un balón para marcar por 12º partido consecutivo y salvar a su equipo de la derrota.