La ilusión por vestir de albinegro, por lucir ese escudo tan particular, por pertenecer al Castellón continúa muy vivo en la capital de la Plana, a pesar del presidente David Cruz. A pesar de los pesares, de las dificultades inherentes a la delicada situación de la entidad, cerca de 500 chavales, de 38 equipos (contando el mayor), desfilaron con orgullo en el acto de presentación del fútbol base.

Un enorme orgullo que, por extensión, también comparten los padres, familiares y amigos que acompañaron a tantos y tantos equipos que forman la gran familia albinegra, ayudada también por la aportación del Futur de Castelló. El estado de la tribuna alta de Castalia, con cientos de espectadores inmortalizando el momento con cámaras y móviles, daba cuenta de un momento único, a pesar de que el acto llega en pleno mercadeo del máximo mandatario, David Cruz con el club, en un estadio que presenta un aspecto cada vez más desolador y a un par de meses para la conclusión del campeonato. Todos, futbolistas y acompañantes, ofrecieron una lección al presidente y consejero delegado de la entidad albinegra.

Esto sí es el Castellón.