Si los sucesos del 30 de noviembre, en los que murió un seguidor del Deportivo, causaron una profunda alarma social, la postura de Ángel María Villar no ha ayudado a rebajar la tensión. La inacción del presidente de la Federación Española de Fútbol ha terminado por colmar la paciencia del Consejo Superior de Deportes, que exige al dirigente que apruebe de manera inmediata las medidas contra la violencia en el fútbol. “Se comprometió a hacerlo el día 15 y no lo ha hecho y esperamos que rectifique. Lo importante es que se aprueben definitivamente en la junta directiva del día 22”, dijo ayer Cardenal, secretario de Estado para el Deporte.

La tensión entre el CSD y la RFEF es máxima. Tras la firme decisión del secretario de Estado para el Deporte y del presidente de la LFP, Javier Tebas, de terminar con la violencia en los estadios, ambos estamentos se han topado con la ausencia del máximo mandatario del fútbol español.

REUNIÓN CON UEFA // Villar prefirió acudir a una reunión de la UEFA en Ginebra a estar presente en la trascendental reunión del día 4 de diciembre en la que se iban a fijar las medidas para erradicar la violencia en los estadios. A esa cita Villar envió al presidente de la federación madrileña. H