Después de tres días de asueto, el Villarreal regresó ayer al trabajo y lo hizo sin despejar varias de las incógnitas en el plantel de Marcelino de cara al choque del próximo domingo en Eibar, donde los amarillos retomarán la Liga después del parón por las fechas FIFA. Además de las ausencias de los internacionales Musacchio, Bakambu, Eric Bailly y Adrián Marín, que entre ayer y mañana darán por finalizados sus periplos con sus selecciones, el preparador del Submarino no pudo contar ayer en las primera sesión de la semana con los jugadores que iniciaron el paréntesis liguero lesionados, Jaume Costa y Areola, ni con los dos sub-21 que tuvieron que abandonar su concentración con España por problemas físicos, Denis Suárez y Samu Castillejo.

Marcelino solo disponía ayer de 12 jugadores de campo, incluidos los del filial Pablo Íñiguez y Rodri, para empezar a preparar el choque en Ipurúa. El técnico dio más margen de descanso a Mario tras jugar el domingo los 90 minutos con España en Rumanía. El lateral derecho sí hizo acto de presencia en el campo de entrenamiento de la Ciudad Deportiva, donde diálogo bastantes minutos con el entrenador y su segundo, Rubén Uría. En la portería, Unanua solo pudo trabajar con Sergio Asenjo y Barbosa, mientras que Areola se limitó a ejercitarse en el gimnasio con los recuperadores.

En principio, la idea del cuerpo técnico amarillo era tener disponibles a todos los tocados, salvo Jonathan dos Santos, para la cita del próximo domingo en Eibar (18.15). A partir de hoy Marcelino deberá ir despejando dudas para perfilar el grupo con el que cuenta para afianzar la posición de Champions en el regreso a la Liga y afrontar los cuartos de la Europa League la próxima semana. H