Leo Messi ha sido castigado con cuatro partidos de suspensión por su actitud en el partido contra Chile, clasificatorio para el Mundial de Rusia 2018, según ha comunicado la FIFA. El 10 del Barcelona se disponía a jugar anoche en Bolivia, aunque la sanción era de efecto inmediato y la Pulga ya no disputó el encuentro de La Paz ( más de 3.600 metros de altitud). El correctivo se debe a sus reiterados insultos contra el juez asistente, el brasileño Emerson Augusto de Carvalho, en el final de la angustiosa victoria ante Chile (1-0, gol de penalti anotado por el propio jugador azulgrana), disputado hace cinco días. Destaca no solo la dureza, sino la tardanza de la FIFA en tomar esta decisión.

La sanción, pendiente del recurso que interponga la Asociación de Fútbol Argentina (AFA) con vista a reducirla, impedirá a Messi jugar, además del partido en Bolivia, ante Uruguay (31 de agosto), Venezuela (5 de septiembre) y Perú (5 de octubre). Su regreso, siempre a falta de lo que pueda decidir el Comité de Apelación de la FIFA, sería el 10 de octubre frente Ecuador, en el último partido de la liguilla de las eliminatorias de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.

Más apuros

La ausencia de Messi complica mucho las opciones de la albiceleste. La selección que dirige e cuestionado Edgardo Bauza, antes del encuentro de anoche en La Paz, se encontraba en la tercera posición de la clasificación del grupo suramericano (los cuatro primeros van directos a Rusia; el quinto, a una repesca), pero su inestabilidad ha generado muchas dudas durante toda la fase, lo cual se acrecentará ahora con la ausencia del mejor jugador del mundo en pleno debate sobre la messidependencia.