Año 1989. El Castellón asciende a Primera División (desgraciadamente, por última vez) con Luiche en el banquillo y Pepe Mel marcando goles como churros. El madrileño llegó a los 21 y, aunque no fue el pichichi de Segunda A (Quique Estebaranz, en el Tenerife, alcanzó los 23), sin saberlo, puso en marcha una racha que ya dura casi tres décadas. Desde entonces, ningún jugador del Castellón, en cualquiera de las categorías que ha militado desde finales de los 80 (nada más y nada menos que cuatro), ha superado la veintena. No obstante, si existe un momento en el que ese registro está amenazado, es el presente. David Cubillas ha llegado a los 14, aún con 12 partidos por delante... más los play-off.

el idilio con el gol // Cubigol está de dulce. Lleva cuatro jornadas seguidas marcando y siete goles en las últimas ocho jornadas (solo falló en Almassora). Y eso después de una sequía de seis encuentros, porque endulzó el estreno de Sergi Escobar en el banquillo (hizo un doblete en el 0-2 en Novelda), reencontrándose con el gol a la vuelta de la competición ya en 2018. Lo cierto es que, desde entonces, está on fire, destacando por su precisión para conducir a los albinegros hacia esa magnífica racha que le ha dejado empatado con el Atlético Levante en lo más alto. Porque Cubillas, en todo el 2018, siempre ha marcado el primer tanto orellut, a excepción hecha de esa ausencia en el José Manuel Pesudo.

Desde 1989, el Castellón ha estado luchando por todo tipo de objetivos, pero sin encontrar con ese hombre gol capaz de producir una producción anotadora estratosférica. Ha estado cerca en varias ocasiones, con los 16 de Paco López (ahora, técnico del filial granota) en la temporada 97/98 (Segunda B), sin olvidar los 16 del argentino Leo Ulloa en la 08/09 (Segunda A) o los 17, dos campañas después, la conocida desgraciadamente por el descenso administrativo a Tercera, de Luismi Loro, ahora uno de los principales colaboradores de Javier Calleja en el cuerpo técnico del Villarreal. Sin olvidar, cómo no, los 17 de Esaú Rojo, que ahora los celebra para el Roda, el ejercicio pasado, a pesar de llegar ya con la liga empezada, ayudado también por las dos eliminatorias.

Para un ascenso, independientemente de a qué categoría, es condición sine qua non contar con un futbolista capaz de acercarse lo máximo posible, si no superar, la barrera de los 20 tantos. Cierto es que hay excepciones y que el propio Castellón lo ha logrado en varias ocasiones en los últimos tiempos, pero resulta fundamental tener un hombre gol, más aún cuando, en Tercera, por muy bien que lo hayas hecho en la temporada regular, aunque hayas sido todo un campeón de grupo, al final te lo juegas todo a cara o cruz en una eliminatoria (o tres).

LA AYUDA // Aunque el Castellón viene de incorporar a otro artillero cualificado como Cristian Herrera, precisamente para descargarle de responsabilidad, ahí continúa Cubillas, más fiable que nunca y amenazando una plusmarca con mucho polvo...