Con 31 años ya cumplidos y tras un duro año marcado por las lesiones, muchos bajarían los brazos y apostarían por dejar de lado la raqueta de manera definitiva. Pero Dani Gimeno piensa todo lo contrario y cuando todavía no ha pasado una semana desde que fuera intervenido quirúrgicamente --unos días antes él mismo anunció en las redes sociales en tono de humor que debía «pasar por el mecánico»-- en su mente solo está volver a exhibir un juego brillante. «Antes parecía que cuando llegabas a los 30 años eras mayor para la élite, pero ahora son muchos los que muestran su mejor versión a esta edad. Por ello, cuando me recupere de la lesión, lucharé al máximo», afirma.

Para que esto suceda todavía resta un mínimo de tres meses: «Pasará un mes y medio en el que el principal objetivo es hacer una buena rehabilitación, para luego iniciar la toma de contacto con la raqueta para ver cómo ha quedado el codo. Espero poder cumplir los plazos previstos en un principio».

Un regreso efímero

Y es que tras volver a la competición en Quito, en un ATP 250, a principios del mes de febrero y tras estar cuatro meses sin jugar debido a un edema óseo, recayó y tuvo que retirarse por unos intensos dolores en el hombro cuando se enfrentaba a Janko Tipsarevic: «Fue un momento duro y tras la pertinente resonancia no había otra que pasar por el quirófano».

El resultado dictaminó que debía ser intervenido del tendón de la epitroclea del codo de su brazo derecho. «Al principio se me cayó el mundo encima, pero con el paso de las horas cambié el chip y comencé a pensar en positivo. Ahora, una vez ha pasado todo, estoy muy animado y con ganas de volver, porque al abrir la zona maltrecha no hubo sorpresas negativas y lo único afectado fue lo que se vio en la resonancia. Pero no quiero arriesgar y sé que el principal objetivo ahora es poder estirar el brazo. Mi intención es ir poco a poco y no precipitarme», indica.

Máxima ambición

Tras unos últimos meses para olvidar --en el 2016, primero la rodilla y luego el codo impidieron que pudiera rendir a su mejor nivel--, Gimeno confía en que una vez esté totalmente reestablecido pueda volver a situarse en el top-100. «Esa es la intención, pero soy consciente de que me lo debo tomar con calma. Esta vez no quiero forzar», reconoce, aunque ahora es diferente: «Los últimos torneos que jugué el pasado año lo hice infiltrado, pero no hubo más remedio que parar. Luego apostamos por un tratamiento conservador, pero no resultó».

Y tras verse obligado a pasar por el quirófano es consciente de que no solo debe recuperarse del codo. «En estos casos el cerebro también es importante, porque al principio es muy habitual ir con miedo al coger la raqueta. Hay que acostumbrarlo, puesto que la fortaleza mental va muy unida a la física», añade.

Una vez vuelva a las pistas, el nulense tiene claro también que pasará un tiempo para poder rendir a su mejor nivel: «Después de tanto tiempo de inactividad, necesitaré unos meses para volver a coger el ritmo de competición. Voy a intentar que sea el menos posible, pero entre unas cosas y otras llevo mucho tiempo sin poder jugar de forma continua».

Y una vez recupere todas las sensaciones no esconde su ambición y espera volver a situarse entre los mejores del ránking, sin renunciar a alcanzar su mejor clasificación en la ATP, que es el puesto número 48.