Dani Raba forma parte de la nueva hornada forjada en Miralcamp. Ahí están sus números, que indican que es el jugador, a caballo entre el primer equipo y el filial, más utilizado por Javier Calleja, que tan bien lo conocía. Sin embargo, el delantero cántabro no ha perdido el contacto con el B, al que ha reforzado de forma puntual, aprovechando los parones del Submarino. Todo hace indicar que este fin de semana, con los amarillos con la vista puesta en la final de la Copa del Rey (Barcelona-Sevilla) por un lado y el desarrollo de una nueva jornada en Primera División por otro, jugará en el filial, que puede sellar su pasaporte para la fase de ascenso a Segunda A.

Raba lleva una temporada subido en una montaña rusa. Su debut en una convocatoria con el primer equipo fue de la mano de Fran Escribá, hace ahora un año, con una aparición testimonial en El Sadar (1 de marzo del 2017), aunque no llegó a salir. Sí lo hizo el 5 de noviembre, reemplazando a Carlos Bacca, frente al Málaga. No fue flor de un día, porque Calleja contó asiduamente con él. Tanto, que Raba se ha doctorado en una temporada de emociones fuertes, jugando en señalados triunfos como el de Mestalla pero, sobre todo, el histórico del Bernabéu (primera vez que los amarillos vencían al Real Madrid, a domicilio además). Ahí, incluso, fue titular.

MALA NOCHE ANTE EL BARÇA

Como lo había sido unas semanas atrás frente al Barcelona, en la que sufrió un gran revés. A la hora del encuentro, con el Submarino sometiendo a los azulgrana, el árbitro le mandó a la ducha. Una roja directa que, no obstante, una vez cumplido su partido de sanción, no le impidió volver a contar para el madrileño con esa media hora larga en Mestalla, sustituyendo de nuevo a Carlos Bacca, el autor del único gol.

Raba ha disputado las tres competiciones oficiales del Villarreal. Es más, puede presumir de ser uno de los pocos futbolistas con goles en todas ellas: marcó el 0-1 en Leganés (3-1 al final) y el 0-1 en el Pizjuán (2-2 a la postre). Aquí, frente al Sevilla, ponía punto y final a un periplo en el B, después de un pecado de juventud. Con anterioridad, el santanderino había visto portería en su primer encuentro como titularidad en competiciones europeas (anotó el empate a uno en Astaná, donde el Villarreal terminó venciendo por 2-3). Otro 1-1, esta vez al Leganés, en octavos de la Copa del Rey, en el encuentro en el que los amarillos quedaron eliminados (el 2-1 fue insuficiente para levantar el 1-0 de Butarque).

Lo cierto es que Raba no puede decirse que se haya aburrido. Además de estas experiencias con el primer equipo, poco habituales a sus 22 años (más de 1.300 minutos), también ha jugado con el filial. Más de 1.160 minutos, con tres encuentros desde su salto al primer equipo: 2-2 en Llagostera (27 de enero), 1-0 al Lleida (24 de marzo) y 2-1 al Olot (7 de abril), viendo portería en el primero y el último de ellos.

Después, incluso, de apuntalar al equipo sub-23 recientemente en la Premier League International Cup, todo hace indicar que estará el domingo con el B frente al Badalona, para rubricar el pasaporte para los play-off.