La quinta presencia consecutiva del Villarreal en competiciones europeas ya se toca con los dedos. Los amarillos se llevaron, otra vez, el vibrante derbi de la Comunitat ante un Valencia que saltó al césped con el billete para la próxima Champions en el bolsillo y que se encontró con un gol de Mario ya sin tiempo para la reacción. El jugador al que Marcelino dio el espaldarazo definitivo hacia la titularidad en Segunda fue el que frustró las aspiraciones del técnico asturiano en su regreso a La Cerámica.

Tan cerca se ha quedado el objetivo que, incluso, los de Calleja podrían celebrarlo en sus casas este mismo domingo. Todo pasará por que el Getafe no se vaya de Las Palmas con los tres puntos. Si los azulones no fallan, el Submarino necesitará dos puntos en los últimos tres partidos de Liga (Barcelona, el descendido Deportivo y un Madrid que ya solo pensará en la final de Champions en la última jornada). Vila-real empieza a respirar aire europeo una vez más.

Cheryshev pronto descubrió que el lado débil del Valencia estaba en la banda cubierta por Vezo, un central que dejó constancia de sus lagunas al ser desplazdo hacia el costado derecho de la zaga visitante. El hispano-ruso, aunque con algunas intermitencias, se convirtió en un puñal en el flanco izquierdo del ataque amarillo, con un arranque eléctrico de partido tanto en el desborde como en las llegadas a zona de remate cogiendo la espalda de su par.

En esos buenos minutos perdió el Villarreal su primera oportunidad de meter mano a un once de Marcelino tremendamente ordenado, sin perder nunca la posición y apoyado por la labor incansable de Kongdobia, el principal obstáculo con el que toparon Rodrigo y Trigueros a la hora de buscar espacios para la constante movilidad del trío de mediapuntas del Submarino.

LAS OCASIONES DEL VALENCIA

Asenjo mantuvo en pie a su equipo tras la reacción del Valencia, que mediada la primera parte comenzó a encontrar pasillos para lanzar sus contras. El palentino hizo gala de reflejos para detener la primera clara ocasión de los de Marcelino que llegó de las botas de su pichichi, Rodrigo Moreno. La asistencia, medida de Santi Mina (m. 24). De nuevo Asenjo apareció milagrosamente para dejar en nada un gravísimo error del asistente de Gil Manzano, que dejó sin señalizar un claro fuera de juego de Santi Mina. El pie del guardameta del Villarreal se impuso en el cara a cara ante el valencianista.

Al Villarreal le costó volver a tomar el mando de la situación, después de unos minutos en el que el encuentro atisbó con entrar en una dinámica de descontrol que parecía perjudicar más a los de Calleja. El segundo gran momento para intentar desnivelar el derbi del lado amarillo llegó a cinco minutos para el descanso, alentados los locales por una grada que despertó para estar a la altura de la intensidad que se estaba viendo en el césped. El Villarreal encadenó tres llegadas que hicieron temblar al Valencia. Las dos primeras con Bacca como último ejecutor. En la primera, Gabriel estorbó lo justo para que el colombiano no pudiera controlar su remate a bocajarro a escasos centímetros de la línea de gol (m. 40). Aún lamentándose de la ocasión perdida, Bacca controló un balón en el área para obligar a Neto a meter una mano providencial para evitar el 1-0. Al borde del tiempo, Castillejo no pudo precisar su disparo tras una asistencia de Raba --cómo no, desde la banda derecha, la de Vezo-- ante la obstaculización del molesto Kongdobia.

Las ideas ofensivas se emborronaron en una segunda parte que dejó un poco de lado los riesgos para dejar paso a un control justificado para un Villarreal que podía pensar que mejor un punto que nada para su pelea por Europa, pero no tanto para un Valencia al que solo le mueve ya en esta recta final de Liga la motivación de poder dar alcance al Madrid en la tercera plaza, toda vez que saltó al césped de La Cerámica ya con el billete de Champions matemáticamente asegurado tras la derrota del Betis en San Mamés.

Castillejo (m. 53) firmó la única acción con cierta claridad en las áreas, con un disparo desde el punto de penalti que encontró respuesta en Neto, favorecido por el hecho de que el balón cayó en la pierna derecha del malagueño, la menos letal del 10 amarillo.

EL DELIRIO EN LA CERÁMICA

Pero como en la primera parte, el Villarreal se guardó lo mejor para los últimos cinco minutos para encender la mecha de un Estadio de la Cerámica que explotó con el gol de Mario en el minuto 86, ya casi sin tiempo para la reacción del Valencia. La falta botada por Trigueros encontró la continuidad de la cabeza del lateral amarillo, que desvió el esférico hasta una zona inalcanzable para Neto. Una diana . Otra vez ante el Valencia, aunque faltará un último esfuerzo, casi testimonial si el Getafe no gana hoy en Las Palmas.

FICHA TÉCNICA

Villarreal: Asenjo, Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Rukavina (Jauem Costa, m. 46), Trigueros, Rodri, Castillejo, Raba (Sansone, m. 83), Cheryshev (Fornals, m .67) y Bacca.

Valencia: Neto, Vezo, Garay, Paulista, Gayà, Parejo, Kondogbia, Carlos Soler (Ferran Torres, m. 70), Guedes (Andreas Pereira, m. 81), Rodrigo y Santi Mina (Vietto, m. 67).

Gol: 1-0. Min. 86: Mario.

Árbitro: Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó por el Villarreal a Rukavina, Rodrigo, Cheryshev, Víctor Ruiz y Asenjo; y por el Valencia a Guedes, Gayà y Parejo.

Campo: Estadio de la Cerámica (19.079 espectadores).