Eran poco más de las 22.45 horas e Italia acababa de quedar fuera del Mundial de Rusia 2018. No había sido capaz de marcarle a una Suecia trabajadora pero sin referentes (Ibrahimovic se retiró el año pasado). Por primera vez en 60 años, los italianos no irían al Mundial. Nadie se lo creía. Italia entera era una tragedia. Y las lágrimas del capitán azurra lo reafirmaron.

Gian Luigi Buffon, abatido tras quedarse a las puertas de su sexto y último mundial, rompía a llorar en directo ante el micrófono de una televisión. Y con él, el mundo del fútbol, que ve en el italiano una leyenda de las de antes. Un ser capaz de aplaudir ostensiblemente el himno de Suecia para acallar los pitidos de la afición de San Siro, felicitar al rival tras la debacle y acabar llorando junto a medio país.

Autocrítica

Buffon no entiende de egos. Acababa de quedarse sin la posibilidad de hacer historia, pues nadie ha jugado seis mundiales. Pero él pensaba en los suyos. En Italia. En los italianos. "Es una cuestión social" dijo con los ojos rojos. Intentaba contener las lágrimas pero estas se acabaron apoderando de él. "Siento mucho que mi último partido oficial con Italia haya coincidido con la eliminación", explicaba ya entre lágrimas. "Lo siento no ya por mí, sino por la afición. Hemos fallado en algo que podría ser importante a nivel social, es la única pena que tengo, porque el tiempo pasa y es cruel, y está bien que así sea", añadió el capitán italiano.

El portero azurra, que se despedía de la selección tras 174 internacionalidades (récord nacional), fue crítico con el juego del equipo y asumió la responsabilidad que le pertocaba. "Sabíamos que era un partido difícil y no lo hicimos lo mejor que pudimos. Perdimos la claridad para poder anotar, jugaron como en el partido de ida y todo se decidió en el final. Cuando te va mal quiere decir que tenemos la culpa", argumentó mientras asumía que la responsabilidad era del equipo entero, no solo del seleccionador Ventura. "Ha tenido la misma culpa que nosotros", sentenció.

El adiós de un mito

Tras el partido de ayer Gigi Buffon decía adiós a la portería azurra con 39 años, uno menos que Dino Zoff, que fue internacional con 40 años en el Mundial de 1982 (campeonato en el que Italia ganó su tercera corona).

El italiano se despedía de una portería que defiende con elegancia desde 1997, cuando debutó en una repesca contra Rusia en sustitución de Pagliuca. Desde entonces su leyenda, por talento y carisma, no ha hecho más que agrandarse.

Los mensajes de ánimo al portero inundaron las redes sociales. Aficionados y futbolistas se rendían ante el capitán italiano. Uno de los primeros en reaccionar fue el portero español Iker Casillas, que aseguró que, pese a la derrota, Buffon sigue siendo una leyenda para muchos.