Completar carreras tan exigentes como la MiM o la CSP115, donde en muchas ocasiones montaña y corredor están solos ante el reto, supone un gran mérito. Y más aún si se trata de personas como Marcos Bajo y Minerva González, pertenecientes al Club Grupo de Montaña Amigos ONCE, más conocido como GMAO, del que forman parte personas con discapacidad visual y ceguera total.

Ambos estarán en la MIM el sábado 17 de mayo. Marcos es deportista con discapacidad visual, nada menos que Campeón del Mundo en su categoría en los ParaSky Games 2012, y comparte esta pasión por las carreras con su pareja, Minerva González, una de las pocas deportistas con ceguera total que participa en carreras de larga distancia.

Los dos atletas están dispuestos a superar juntos el nuevo reto de correr los 63 kilómetros que separan Castellón de Sant Joan de Penyagolosa en la MiM.

Marcos explica que habitualmente en competiciones oficiales de FEDC, Federación Española de Deportes para Ciegos, “cuando participan ciegos totales, por seguridad y comodidad para los deportistas invidentes, se corre con lo que llamamos barra direccional, una barra de 3 metros de largo aproximadamente en la cual va un guía en la parte delantera, un invidente o con muy baja visión en la parte central y un deportista con déficit visual o un guía en la parte trasera”.

Esta barra direccional, con sus movimientos de inclinación y giros, aporta muchos datos objetivos a los deportistas invidentes que, sumados a las indicaciones por voz que le da su guía, le permiten avanzar a un buen ritmo y con máxima seguridad.

Los dos atletas nos recuerdan que si en una carrera un corredor quiere adelantar a una barra direccional en un paso estrecho, hay que pedir paso, y tan pronto como el guía de la barra halle un lugar seguro para apartarse lo hará gustosamente dejando avanzar al resto de deportistas. Pero nunca hay que tratar de adelantarles sin decirlo. H