Lógicamente, en las filas del Villarreal se dejaba notar tras el partido del Camp Nou cierta decepción por una derrota que, si bien podía entrar en los planes, no era parte del guión ensayado por los de Escribá para acabar la antepenúltima jornada de Liga, en la que el semitropiezo del Sevilla en el Pizjuán la noche anterior dejaba abierto un resquicio para buscar la cuarta plaza que ahora parece cerrado. «Nos vamos fastidiados por la derrota, porque ganar aquí significaba acercarnos al cuarto puesto», reconocía Manu Trigueros, que vio cerca la posibilidad de dar la sorpresa ante el líder en la primera parte: «Si llegamos a irnos igualados al descanso podríamos haberles puesto nerviosos».

El objetivo, en su mano

Pero el mismo empate que hacía albergar esperanzas de dar caza a los andaluces en la plaza de Liga de Campeones tenía otra vertiente positiva para el Villarreal, ya que el hecho de que la Real Sociedad no sumara los tres puntos en su último partido permite al Submarino afrontar las dos últimas jornadas dentro de las seis primeras posiciones y sin tener que depender de nadie para sacar el billete para la Europa League 2017/2018. Los amarillos ni siquiera tendrán que esperar al choque de hoy en Mendizorroza entre el Alavés y el Athletic para finiquitar la 36ª jornada dentro del cupo de equipos europeos (quinto o sexto), sin verse relegado a una séptima plaza cuyo poseedor solo estará en la tercera eliminatoria previa de la Europa League si el Barcelona levanta la Copa el próximo 27 de mayo. Demasiado tiempo de incertidumbre a pesar del claro favoritismo de los de Luis Enrique.

La cita del domingo

Los jugadores del Villarreal son conscientes de que hay que pasar página rápido al 4-1 de ayer y centrarse únicamente en las conclusiones positivas que se puedan desprender de la única derrota a domincio esta temporada ante uno de los cuatro primeros de la competición. «Hemos recibido los dos goles clave, el 2-1 y el 3-1, que ya nos ha matado, en jugadas raras, y eso afecta a nivel psicológico. Pero, pese a todo, nos hemos repuesto», destaca Trigueros, que ya solo piensa en resarcir a la afición amarilla en «el partido clave del próximo domingo», donde el Villarreal espera al Deportivo para atar ya matemáticamente la plaza europea.