Es una situación incomprensible y que hace mucho daño al Mundial de motociclismo, que provoca una enorme incertidumbre, que cada día que pasa se comprende menos, que cada gran premio que se corre deja más en ridículo a la fábrica Ducati, propiedad aún de Audi, y, sobre todo, que demuestra que aquella personas que entienden de su deporte, que viven su deporte, que habitan sus entrañas son las que deben decidir sobre el destino de determinados deportistas y, también, sobre el camino que ha de tomar el proyecto que tienen entre manos. En Ducati ha sido todo lo contrario. Aquellos que manejan la escudería, capaz de pelear por el título el pasado año, no han tenido voz ni voto y un señor, desde un despacho, el que más manda, sí, Claudio Domenicali, es quien ha decidido prescindir de todo un tricampeón como Jorge Lorenzo, por el que está pagando 25 millones de euros por dos años.

La sensación de que Ducati, pese a sus apasionadas y verdaderas celebraciones, vive con un desconcierto increíble e impensable las victorias de Lorenzo, que ya suma tres (Italia, Catalunya y Austria), es decir, una más que el subcampeón Andrea Dovizioso (Catar y Brno), es una gran realidad. Que Domenicali se ha equivocado, en la misma medida que acertó en su día contratando al tricampeón mallorquín, es una realidad que no admite dudas.

El equipo Ducati levanta a Jorge Lorenzo, su héroe en Spielberg (Austria). / ALEJANDRO CERESUELA

Que Davide Tardozzi, manager general de la escudería roja, ama a Lorenzo, es una realidad. Que Paolo Ciabatti, director deportivo de Borgo Panigale, hubiese seguido apostando por Jorge es cristalino, auténtico, cierto. Y que Gigi Dall’Igna, creador de la triunfadora ‘Desmosedici’, confía ciegamente en el campeonísimo español es tan cierto que, incluso, sabiendo que se va a Honda, sigue poniendo en sus manos todas las piezas y novedades que idea para mejorar la Ducati, pues Dall’Igna sabe que el tacto de Lorenzo es vital para seguir evolucionando la moto.

Lorenzo supera a Dovizioso

Va a ser durísimo separarse de Jorge, durísimo”, reconoció ayer Tardozzi a la cadena Ser. “Es evidente que le hemos hecho un gran regalo a Honda. Y es clarísimo que Jorge ha terminado entendiendo nuestra moto y, ahora, la pilota como él quiere, frenando más tarde y mejor que nadie, lo que hace que tenga opciones de ganar todas las carreras”. Ni que decir tiene que Tardozzi, un auténtico enamorado de las manos y el talento de Lorenzo, nunca pondrá en cuestión la decisión de su máximo jefe, Claudio Domenicali, pero sabe de la desgracia de perder al mallorquín, que ya es tercero del Mundial tras Marc Márquez y Valentino Rossi, superando ya a ‘Dovi’, que es cuarto, eso sí, a un solo punto de su compañero de equipo. "La experiencia vivida por Jorge en los dos años que habrá estado con nosotros, sus dificultades, la manera que las ha superado y sus victorias, le permitirán ser aún mejor piloto cuando llegue a Honda", añadió Tardozzi, en una charla con El Periódico en Spielberg.

Piloto oficial del equipo Ducati Corse

La sensación de que el título les pilla ya muy lejos, pues Márquez está pilotando maravillosamente y, además, con enorme inteligencia, ha hecho que los dos pilotos oficiales de Ducati se hayan impuesto, como obligación y reto, ganar al otro y alcanzar el subcampeonato. “Nosotros seguiremos peleando por la victoria en cada carrera y estamos seguros que, con toda seguridad, nos tropezaremos siempre con Marc, pues la regularidad de Márquez y su Honda ha quedado demostrada a lo largo de todo el año, siempre está en el podio. Va a ser muy difícil sacarle del primer puesto de la general”, señaló ‘Dovi’.

La comparación con la Bolsa

Preguntado Lorenzo sobre cómo se siente cada vez que protagoniza una demostración como la de ayer en Spielberg (Austria) pensando que Ducati no le ha querido renovar, el ‘tri’ mallorquín contestó diciendo que “es lo que hay, es lo que ha ocurrido, no hay marcha atrás y lo lamenté en su momento, pero ahora solo pienso en ganar el máximo número de carreras para Ducati”. Al insistirle, añadió: “Esto es como la Bolsa, donde, a menudo, piensas que el valor que tienes va a bajar, te vendes sus acciones y la cotización sube, de pronto, colocando aquello de lo que te habías desprendido por las nubes. La decisión de Ducati está tomada, pero esta fábrica y este equipo, especialmente su gente del circuito, su departamento de competición y, sobre todo, esa afición tan fiel, que me ha tratado con enorme cariño desde el primer día que visite Borgo Panigale, permanecerá en mi recuerdo. Yo siempre seré un poco ‘ducatista’, de eso no tengo duda”.

Lorenzo insistió en que Davide, Paolo y Gigi sí creían en él. “Todos sabéis como ha ido el tema, así que mejor no insistir, vivamos lo que nos queda de relación con buen ánimo y tratemos de que la despedida sea con un triunfo”, sentenció el tricampeón mallorquín.