Un duelo fratricida donde los locales, alentados por más de 10.000 espectadores, buscarán la victoria con la que asuman el liderato sin compartirlo con nadie. El cara a cara será protagonizado por los hermanos Castells, en cuya historia, personal y deportiva, hay que detenerse.

Marc (28 años recién cumplidos, este pasado lunes) y Cristian (33), de Sueca (València), presumen de una larga trayectoria futbolística, marcada en sus orígenes por el fallecimiento de su progenitor. Por entonces, el centrocampista era un adolescente y su hermano mayor no llegaba todavía a ser un veinteañero. «Cristian es un ejemplo para mí. Es una persona muy positiva, que ha superado muchas adversidades a lo largo de su carrera», introduce Marc. «Nuestro padre falleció cuando yo tenía 14 años y él, con 19 ó 20, ya ejerció como padre y referente», subraya Marc, un futbolista cuya ardorosa muestra de albinegrismo le llevó a volver en enero a Castalia. «Hay futbolistas que han nacido para jugar en el Castellón», sentenció entonces el director general, Jordi Bruixola, en la nueva tarjeta de presentación.

COMPAÑEROS Y RIVALES

A pesar de la diferencia de edad, llegaron a coincidir una vez con la misma camiseta: «Una vez jugamos juntos un amistoso contra el filial del Chelsea. Yo estaba en el juvenil del Valencia y mi hermano en el Mestalla», rescata Marc. Un Mestalla donde compartió vestuario con Pablo Hernández.

Más tarde, en la década posterior, han coincidido sobre el terreno de juego en dos ocasiones más, ya como rivales. Ahí domina el orellut por 2-0. En enero del 2013 dirimieron ese duelo nada menos que en Grecia, con un 0-3 del Asteras Tripolis (equipo de Marc) sobre el Platanias de Cristian. Justo tres años después, en enero del 2016, el Castellón repitió marcador (3-0) sobre el Recambios Colón del central.

FAVOR POR FAVOR

Solo unos días después, Cristian dejaba el club valenciano para probar fortuna en Rumanía. Sin embargo, tras jugar ocho partidos, volvió a casa, ejercitándose con el Castellón de Kiko Ramírez en lo que restaba de temporada. Es más, el ahora futbolista del Torre Levante fue uno de los apoyos de Marc para digerir el mal trago de Gavà, donde este fue expulsado.

La colaboración mutua ha marcado la carrera de ambos. Mestalla, Poli Ejido, Oviedo, Asteras Tripolis y Larisa en Grecia, Castellón, L’Hospitalet y Zirka (Ucrania), antes de volver a vestir de albinegro, ha sido el periplo del orellut. Su hermano ha rodado más aún: Eldense, Villajoyosa, Poli Ejido también (no coincidieron), Alicante, Alavés, Melilla, Pontevedra, Burgos, Platanias (Grecia), Cullera, Terracina (Italia), Sueca, Recambios Colón, Ceahlaul (Rumanía), Derry City (Irlanda), Torre Levante y Lincoln Red Imps (Gibraltar), antes de regresar a Orriols, aparecen en el currículo de Cristian, que desempeñó un papel fundamental en que, hace unos meses, Marc obtuviera la carta de libertad del Zirka para poder a defender los intereses del Castellón. Durante unas semanas, Cristian le devolvió el favor y pudo ejercitarse, a la espera de incorporarse a las órdenes de Sergi Escobar. «El Torre Levante está en una buena dinámica, con gente peligrosa como Olcina y Víctor García», define Marc.

EL CUMPLEAÑOS

La casualidad ha querido que la semana del nuevo duelo entre ambos, el tercero de sus vidas, haya estado precedida por el 28º cumpleaños de Marc. «Mi deseo es que ellos suban porque es la casa de mi hermano: se le nota feliz y realizado porque, para él, el Castellón es el club de su vida», señala Cristian.