Kiko Ramírez llegó a Castalia para enderezar el rumbo y lo ha conseguido. El inicio de la presente temporada del CD Castellón, de la mano de Ramón Calderé, generó muchas dudas entre la directiva y la masa social, ya que en 10 partidos solo se lograron dos victorias, más cuatro empates y otras tantas derrotas. Dicha circunstancia derivó en la destitución del exinternacional español, para dar paso al actual inquilino del banquillo, quien ha convertido a la plantilla en un ejército... en el ejército de Ramírez.

Su discurso inicial fue claro: “Vengo a poner orden y sosiego” a una plantilla que estaba revolucionada y alterada, por aquello de los vaivenes de futbolistas. Y poco a poco convirtió la convivencia del vestuario en normalidad y aportó sentido táctico a un equipo que había perdido la inspiración del pasado ejercicio.

A POR EL ASCENSO // El Castellón de Kiko Ramírez es un bloque sólido, solidario y que no se arruga en plazas complicadas, como ha demostrando saliendo airoso de visitas a encerronas como las de Orriols (0-0 ante el Torre Levante), Crevillente (0-1) o Sedaví (2-3 ante el Recambios Colón).

Los de la capital de la Plana, además, atraviesan un momento dulce. La racha del equipo es realmente espectacular, con cinco victorias consecutivas, contando la obtenida el pasado domingo ante la Peña Deportiva en Castalia, y acumulando ocho encuentros sin conocer la derrota.

No en vano, los de Kiko Ramírez no muerden el polvo desde el ya lejano 27 de marzo, en su visita a Los Arcos ante el Orihuela. Incluso apenas encajan goles, solo 3 en los últimos 7 choques.

Ahora, con el modo play-off encendido, el combinado orellut sabe que superar la primera eliminatoria de las tres que le devolverían a 2ª División B está en su mano. Sin duda, el domingo en Santa Eulàlia el ejército de Ramírez debe dar otro paso al frente. H