El Bayern Múnich se presenta hoy como claro favorito en Wembley en la final alemana de la Liga de Campeones ante un Borussia Dortmund desafiante, que espera recuperar la fórmula que lo hizo convertirse en una pesadilla para los bávaros durante dos temporadas (20.45 horas, La 1). Para el Bayern, la final es la posibilidad de coronar con el máximo título europeo una temporada excelente, que al comienzo estuvo marcada precisamente por el reto de recuperar el primer lugar en el fútbol alemán que le había sido arrebatado por el Dortmund.

Además, tras las finales perdidas en 2012 ante el Chelsea y contra el Inter en 2010, se trata de conseguir al fin el logro de un sueño aplazado y de evitar que sobre jugadores como Schweinsteiger, Lahm o Robben empiece a pesar un estigma de perdedores.

Para el Dortmund se trata de la posibilidad de ponerle la guinda a una época, marcada por el trabajo del entrenador Jürgen Klopp, en el que el club ha pasado de la segunda línea del fútbol alemán a la elite europea.

LOS NÚMEROS MANDAN // Si se mira la temporada actual, el favoritismo del Bayern está justificado. En la Bundesliga le sacó 25 puntos de ventaja el Dortmund y en Europa se deshizo con facilidad de Juventus y del Barça. Uno de los pocos elementos que hablan a favor del Dortmund, verdugo del Málaga en cuartos y del Madrid en semifinales, es que durante dos temporadas fue la bestia negra del Bayern, derrotándolo en cinco ocasiones, cuatro veces en la Liga y una vez en la final de la Copa en el 2012.

Este año, el Bayern rompió la racha logrando dos empates en liga y un triunfo por 1-0 en cuartos de la Copa, con gol de Robben, que fue celebrado como si de una final se tratara. Ahora el Bayern necesita una segunda victoria que refrende su superioridad.

En lo deportivo, mientras que el Bayern puede contar con la totalidad del equipo que derrotó dos veces al Barcelona --Toni Kroos y Badstuber son bajas, pero ya lo habían sido ante el equipo catalán--; el Dortmund no podrá contar con Mario Götze, uno de sus jugadores claves, y se aferra a la pegada de Lewandowski. H