El Alqueries femenino cumple esta temporada su 11º aniversario. Su trayectoria no se puede entender sin su técnico Rafa Font de Mora, y jugadoras como Ana Chiva, Sandra Esteve o Claudia Pérez. Los cuatro han formado parte del equipo desde sus orígenes.

Una de las capitanas, Claudia Pérez, señala cómo se creó el equipo: «Era el año 2007 y Fernando Personat (actual presidente) contactó conmigo y una amiga y nos preguntó si podíamos reunir a un grupito de chicas para formar un equipo femenino».

Pérez es defensa central y juega de libre, una posición que, como ella asegura, ha «ocupado siempre», en una carrera en la que apenas se ha perdido «partidos en estas 11 temporadas». Y es que, para ella, «el fútbol siempre ha sido muy importante, algo más que una afición». «Por ello siempre he pedido compromiso a mis compañeras», subraya.

Trayectoria

«Al principio perdíamos muchos partidos y celebrábamos cada gol o cada punto como si fuera una fiesta», reconoce. Sin embargo, el Alqueries ha tenido que sortear dificultades, algunas de ellas incluso han estado a punto de llevarles «a la desaparición». No obstante, al final han «echado hacia adelante» y, con sacrificio, han llegado donde están, indica Claudia. El Alqueries debuta esta temporada en Liga Autonómica (tercera categoría), algo muy lejano hace años. «Nunca hubiésemos imaginado llegar a Autonómica. Al principio no sabíamos hacer un pase», señala la jugadora.

Una de las claves para conseguir resultados es la solidaridad que hay en el equipo. «Tus compañeras son como tu familia. De hecho las veo más que a mis amigos», reconoce Pérez.

El primer ascenso del equipo llegó en su tercera temporada, la 2009/2010, una campaña en la que la arlequinadas ganaron todos los partidos. «La evolución en tres años fue espectacular. El desarrollo de la liga y la celebración, sin duda, fueron los mejores recuerdos de mi trayectoria», asegura la defensa alqueriense.

Tras el éxito, el equipo merodeó durante unos años en la zona media de Primera Regional, hasta que se proclamaron campeonas en el 2015. Sin embargo, la falta de apoyos económicos les privó de un ascenso ganado a pulso sobre el terreno de juego.

El golpe fue muy grande y solo se quedaron 14 jugadoras. Para Claudia «fue un chasco muy grande». «Entendimos que por mucho que hiciéramos en el campo, no podríamos subir nunca», reseña.

Pero dos años después, la pasada campaña, las alquerienses tuvieron una segunda oportunidad. Se proclamaron campeonas y, esta vez sí, gozaron de los apoyos suficientes para consumar el ansiado ascenso a Autonómica. «Jamás imaginamos tener nuevamente opciones de ganar la liga», confiesa Claudia. El debut fue en octubre, con una derrota injusta en el duelo frente al Valencia C.

La competición

El comienzo del curso fue duro. «Tuvimos mala suerte, porque hicimos buenos partidos, pero los detalles nos penalizaron», reconoce Claudia. Sin embargo, el discurso en el vestuario fue claro: «Sabemos lo que somos y que si no nos ayudamos, no vamos a llegar a nada». «La meta es mantener la categoría», admite a continuación. Con el paso de las jornadas las arlequinadas incluso alcanzaron la tercera posición.

El Alqueries ha demostrado que puede competir contra cualquiera, algo que se ha labrado con «el compañerismo y las ayudas». «Los individualismos no tienen cabida aquí», destaca.