El Olympique de Lyón necesitaba este miércoles enjugar una diferencia de siete goles con el Ajax para clasificarse para los octavos de final de la Liga de Campeones. Para ello, debía golear a su rival, el Dinamo de Zagreb, y que el equipo holandés perdiera ante el Madrid. Ambas cosas ocurrieron, pero el desarrollo del partido disputado en la capital de Croacia ha alimentado las suspicacias.

El Zagreb-Lyón llegó al descanso con empate a uno, pero en la segunda parte el conjunto local bajó los brazos --jugaba con un futbolista menos-- y encajó otros seis tantos, tres de ellos en solo cinco minutos. "Los goles del Lyón fueron muy muy fáciles... Con 10 jugadores también se puede jugar bien", manifestó Frank de Boer, entrenador del Ajax, el gran perjudicado por la abultada derrota del Dinamo.