Como al resto del equipo, a Fran Escribá le tocó «anímicamente» el extraño encuentro del pasado sábado ante el Eibar, sobre todo por las polémicas decisiones que variaron el signo de un partido que tenía color amarillo hasta los monumentales errores —el penalti inexistente y pitado en contra y el meridiano y obviado en el área visitante— de Ocón Arráiz, que motivó un aluvión de críticas en el entorno amarillo, incluidas las de los propios futbolistas.

Solo 48 horas más tarde, el preparador del Submarino está en condiciones de afirmar que «el equipo está recuperado». «Este grupo asume que las derrotas entran dentro de esta profesión y han pasado página rápidamente», destaca. Así, la única preocupación en las mentes de los groguets es el Betis, «un rival que compite bien», además de la dirección de un Víctor Sánchez del Amo al que Escribá profesa «un gran aprecio personal».

ADIÓS A LA CUARTA PLAZA / Sin embargo, el encuentro entre ambos de esta noche tendrá poco de amistoso. La necesidad acucia, y el Villarreal ya nota el aliento de sus perseguidores en el cogote en la pelea por las plazas europeas. El mazazo del pasado sábado despertó de golpe al Submarino del sueño de una cuarta plaza que ahora «se nos ha quedado muy lejos», reconoce el entrenador amarillo. «Hay que amarrar la Europa League. Tenemos que hacernos fuertes y sellar la clasificación cuanto antes», comenta Escribá, para el que el regreso de su equipo a la segunda competición continental la próxima temporada sería un acto de justicia: «Nos merecemos estar en Europa la próxima temporada».

Para conseguirlo, todo lo que sea sumar lejos del Estadio de la Cerámica —como se intentará esta noche en el Villamarín— será un plus añadido, porque para Escribá la clave estará en Vila-real. «Tengo la sensación de que en los puntos de casa lograremos la clasificación para ir a Europa. Así que no podemos fallar más en nuestro campo», sostiene.

Esta noche, Escribá oxigenará al máximo a su equipo para mantener la posición de privilegio ante el acecho directo del Athletic en la séptima plaza. Ya lo avisó antes del encuentro ante el Eibar, y ayer lo confirmó. «Tenemos jugadores frescos que no jugaron el sábado y vamos a echar mano de ellos», explica el míster amarillo, que espera que con «una buena gestión del esfuerzo» el Villarreal sea «un equipo muy competitivo» en el Villamarín, la primera final de las dos que el equipo afronta en tan solo cuatro días, cuando puede dar un golpe de efecto definitivo ante el Athletic.