Antonio Rukavina va a por todas. El experimentado defensa serbio demuestra cada día, en cada entrenamiento, que le sobra ilusión para triunfar vestido de amarillo. El lateral derecho está convencido de que puede ser titular, más allá de que Marcelino haya demostrado una fe ciega en Mario, su gran competidor por un lugar en el once.

“Esta temporada habrá partidos para todos. No sé los que jugaremos Mario o yo, pero seguro que no podemos estar ninguno en plena forma durante toda la temporada, hay tres competiciones y no puedes jugarlo todo”, comenta Rukavina.

El serbio no deja de soñar pese a tener 30 años y asegura que tiene cuerda para rato: “Vengo con la ilusión de un niño y tengo cara de niño, pero en serio creo que puedo jugar cinco o seis años más al máximo nivel, nunca he tenido una lesión importante y físicamente me veo muy fuerte. Tengo suerte de estar en un club tan importante como este”.

El descenso del Real Valladolid provocó que aterrizara en el Submarino con la carta de libertad. El vestuario le ha recibido con los brazos abiertos y él ya se imagina corriendo la banda del Madrigal. “Se nota que en este equipo hay mucha calidad, el balón va muy rápido en los entrenamientos y puedo mejorar cada día. El míster ha hablado conmigo y me ha dicho lo que quiere, la posición, táctica… Cada entrenador es diferente, pero el estilo del Villarreal puede venirme muy bien”, analizó el flamante fichaje amarillo.

Rukavina se ha compenetrado a la perfección con sus nuevos compañeros y cree que puede hacerlo tan bien como lo hizo en el Valladolid, aunque eso depende también de lo que opine Marcelino: “El primer año en el Valladolid con Ebert teníamos una gran banda derecha, aquí hay muchos futbolistas como Cani que son palabras mayores. Creo que con mi calidad como jugador puedo ayudar mucho al Villarreal, pero es importante que el entrenador confíe en ti. En el Valladolid también me pasó con Djukic y con JIM mantuve buena relación”.

EL SÍMIL // Tan a gusto se siente en el Villarreal que le recuerda a una experiencia inolvidable. “Estoy muy contento, este club es impresionante, con las instalaciones, el campo, me recuerda a cuando estaba en el Borussia Dortmund. Cuando llegué a Alemania hace seis años no era tan grande como ahora, pero el campo, instalaciones… es igual”.

Rukavina cambiará ahora el frío de Valladolid por la cálidas temperaturas castellonenses. Algo, que tanto él como su familia agradecerán. “España es el mejor país para jugar a fútbol, la familia también está muy feliz, aunque no estoy aquí de vacaciones, sino para trabajar. Tengo un hijo y el mes que viene vendrá con mi mujer, ya que ahora están en Serbia. Seguramente me instalaré en Benicàssim, que no será tan frío como Valladolid, seguro”.

Rukavina ha venido para triunfar. La afición está ilusionada con su fichaje y el cuerpo técnico confía en él. Lo tiene todo para ayudar al Villarreal a llegar muy lejos. La banda derecha del Madrigal ya echa humo. H