El Spartak de Moscú echará el resto para llevarse a Bruno. El club ruso, con una economía poderosa, quiere otorgarle a Unai Emery, su nuevo técnico, el último refuerzo de postín para afrontar una temporada en la que el Spartak aspira a ganar el título de la premier rusa y a hacer un buen papel en la Champions. Emery y su cuerpo técnico lo tienen claro y el de Artana es la pieza que le falta para completar su plantilla.

Es más, Valery Karpin, el director general de la entidad moscovita, ya estaría negociando con los representantes del centrocampista amarillo para obtener el visto bueno de Bruno. Después, solo faltaría presentar al Villarreal una oferta de esas que se considera irrechazable y que ascendería a 12 millones de euros, dinero que el Spartak ya tiene preparado para su ofensiva definitiva por uno de los centrocampistas con mejor cartel del fútbol español.

El propio Emery reconocía en los micrófonos de El Larguero (SER) que la opción de Bruno está reactivada, después de unos primeros tanteos con el entorno del jugador y la entidad que preside Fernando Roig. “De los futbolistas que conocíamos hemos ido barajando opciones y Bruno era una de esas opciones. Era y puede ser si se dan las condiciones”, decía el entrenador vasco, que debutó oficialmente con el Spartak en la primera jornada de la liga rusa el pasado fin de semana.

Emery sabe que el fichaje de Bruno “es una operación compleja por su elevado coste”, pero afirma que “el Spartak está dispuesto a asumirla”. “Ha habido unos contactos y al cuerpo técnico nos gusta el futbolista (Bruno), pero todo depende de unas negociaciones complicadas, aunque si hay voluntad se puede hacer. Habrá que esperar”, decía el exentrenador del Valencia, que confía en la fortaleza económica de un Spartak que “está yendo con dinero” al mercado, aunque se topa con las lógicas reticencias de los clubs vendedores, “porque quieren las máximas garantías de cobro”.

BUENA OPERACIÓN // Una vez descartada la salida al Valencia, el club preferido por Bruno para continuar con su carrera al máximo nivel, la pelota está ahora en el tejado del centrocampista, ya que el Villarreal vería con buenos ojos ingresar 12 millones de euros por un futbolista de 28 años formado en sus categorías inferiores y que ya ha dado seis temporadas de excelente nivel desde su irrupción en el 2006.

La salida de Bruno obligaría al Villarreal a acometer un refuerzo importante para el centro del campo y no debilitar una posición que se quedaría únicamente con Marcos Senna y Toribio. H