El encuentro de mañana en el Madrigal ejemplificará claramente las diferencias que los dos grandes de la Liga, Barcelona y Real Madrid, han conseguido sobre el resto de los clubs de la llamada clase media del fútbol español, al amparo de una Liga de Fútbol Profesional (LFP) que ha permitido hacer de la competición española un coto cerrado para azulgrana y blancos.

El Villarreal, pese al paréntesis de la pasada campaña en Segunda División, sigue imparable su crecimiento, pero el esfuerzo de su presidente, Roig, por hacer del amarillo uno de los pocos clubs saneados de la Liga se queda corto para intentar acercarse a las megacifras que presenta su próximo rival, el Madrid, el club económicamente más valioso del planeta según el ránking elaborado por la prestigiosa publicación Forbes.

La entidad de Florentino Pérez multiplica por 10 la partida presupuestaria prevista por el Villarreal para esta campaña del regreso a la máxima categoría. Los 500 millones de los que dispone el equipo blanco para intentar romper la hegemonía del Barça en la Liga española --de ellos, casi 100 invertidos en el fichaje de un único futbolista, el internacional galés Gareth Bale-- se ven apoyados en un buen porcentaje por los alrededor de 160 kilos que el Real Madrid pesca en concepto de derechos audiovisuales. Partiendo de esa premisa, la entidad merengue, como el Barça, ya parte de una ventaja de más de 100 millones de euros sobre los siguientes equipos en la escala de beneficios televisivos. El Villarreal, que negoció su contrato individualmente con Mediapro, no es de los más perjudicados en este sentido, pero los algo más de 30 millones que percibe de la TV todavía está a años luz de su inminente rival liguero.

170 KILOS EN FICHAJES // A la espera de que los clubs de la LFP consigan a corto plazo un reparto más igualitario de los beneficios que produce su imagen audiovisual, los dos grandes afrontan su presencia en el mercado de fichajes con un colchón que en el caso del Real Madrid le ha permitido invertir este verano más de 170 millones en nuevos jugadores. Tras el citado Bale --juegue o no, la gran atracción mediática mañana en el Madrigal-- aparece Illarramendi --aterrizado en la Casa Blanca esta temporada procedente de la Real Sociedad a cambio de casi 40 millones-- e Isco (30). La clase media de Primera, entre la que se encuentra el Villarreal, ha tenido que bajar su horquilla de compras a los dos o tres millones de euros habituales, rota con alguna excepción que en el caso del Submarino esta temporada se ha centrado en la contratación de Giovani por 8 millones de euros.

ANTECEDENTES POSITIVOS // La téorica superioridad del Madrid solo son números. Después, en el campo, como destaca Roig, solo serán 11 amarillos contra 11 vestidos de blanco. El Villarreal ya sabe por experiencia propia que el dinero no lo es todo en el fútbol. El Madrid galáctico ya ha caído dos veces en el modesto Madrigal. Marquitos, Pirès, Capdevila o Cani, junto a Bruno, superviviente del último triunfo amarillo (3-2 en la Liga 2008/2009), pueden dar fe de ello. H