“Hoy es un día triste, se cierra una etapa en mi carrera y también en mi vida. Llegué aquí con solo 15 años, siendo un niño, con muchas ganas e ilusión y al final he podido cumplir mi sueño.

Vestir la camiseta del Villarreal es un orgullo y yo he tenido el honor de poder hacerlo durante muchos años. He tenido la fortuna de ir ascendiendo categoría a categoría hasta debutar y el privilegio de volver en un momento duro donde debíamos remar todos en la misma dirección para volver a la categoría donde el club se merece estar.

Aquí he crecido como futbolista y, sobre todo, como persona. Gracias a vuestro cariño, el de todos los aficionados, de todos esos compañeros con los que he compartido vestuario, de la directiva y de todos los miembros que integran y dirigen este club tan familiar; solo tengo palabras de gratitud y cariño hacia todos ellos. ¡Yo me voy, pero siempre consideraré este club mi casa porque es parte de mí!

Os deseo toda la suerte del mundo… ¡Gracias por todos estos años de amarillo!”. H