Castellón El Castellón se ejerció en la mañana de ayer con los escasos efectivos que quedan (David tuvo que irse con permiso y Emilio Isierte tuvo que volver a calzarse los guantes), en la que tanto Aarón como Fernández Cuesta estuvieron pendientes de sus respectivos teléfonos móviles, como registra la imagen respecto al capitán, esperando la llamada de Fernando Miralles que, a la postre, sí se produjo antes, incluso, de que los futbolistas hubiesen acabado la sesión.