Fernando Alonso no podía estar más desconsolado. Bueno sí, estaba tan desconsolado como tras sus abandonos anteriores en Melbourne (Australia) y Shanghái (China). Esta vez, cuando trataba de pelear por los puntos (10 primeros), no tuvo más remedio que retirarse, pues el motor Honda nuevo que le habían instalado en su McLaren para la carrera, después de que se rompiese el del sábado, se volvió a estropear. Eso sí, Alonso ya había comentado por radio a su ingeniero el desastre que estaba siendo la carrera. «No entiendo lo que ocurre, la verdad. Cuando empiezo la recta, los coches que están detrás mío se encuentran a 300 ó 400 metros y, de pronto, cuando llega la frenada de final de recta, me pasan. Nunca en mi vida he corrido con menos potencia en mi coche», fue el comentario que hizo a mitad de Gran Premio y que, luego, en el corralito, insistió el español.

«Ya lo sabemos desde el primer test de Barcelona, cuando solo pudimos dar unas vueltas y comprobar que nuestro motor no corría. Ahora dicen que llegarán cosas nuevas, pero me temo que dentro de 15 días en Rusia todo seguirá igual. Tal vez en Barcelona tengamos un motor mejor, o mejoras. Yo, de momento, voy a empezar a prepararme para las 500 Millas de Indianápolis, que me hacen mucha ilusión, examinando las telemetrías de sus coches, entablando contacto con el equipo de Andretti y poniéndome al día», añadió el piloto asturiano.

SANCIÓN A SAINZ // Tampoco tuvo suerte el otro español. Carlos Sainz, que nunca ha acabado en Baréin, fue sancionado con la pérdida de tres puestos en la formación de salida de Rusia por su accidente en la vuelta 13 con el canadiense Lance Stroll (Williams).