La España de Sara Sorribes, la selección española femenina de tenis, está a las puertas de un fin de semana que representa un desafío hercúleo. Tiene la posibilidad de protagonizar una de las sorpresas más sonadas de los últimos tiempos en el deporte de la raqueta. No en vano, la República Checa, rival (sábado y domingo) en la primera eliminatoria del Grupo Mundial de la Fed Cup, es la actual reina de la mayor competición por países. Más que reina, es una tirana.

España regresa al Grupo Mundial enfrentándose nada más y nada menos que a la defensora del título y campeona de cinco de las últimas seis ediciones de la competición. Además, las checas han ganado 16 de las últimas 17 eliminatorias que han disputado, con una única derrota sufrida en las semifinales de la edición del 2013, frente a Italia (3-1).

Estadísticamente, será el quinto enfrentamiento entre ambos países, con un balance provisional de empate a dos victorias. El más reciente se jugó en Sevilla, en la primera ronda del Grupo Mundial del 2014, con triunfo visitante por 2-3, en un cruce que concluyó un lunes por culpa de la lluvia. En la única visita de España a Chequia (2009), la victoria fue también para las centroeuropeas por 4-1 en Brno, eliminatoria disputada sobre moqueta.

La vallera acude a la cita, que se disputará en el pabellón Ostravar Arena, como tercera raqueta española. Sorribes es la 110ª del mundo, por detrás de Garbiñe Muguruza (7ª) y Lara Arruabarrena (70ª). María José Martínez (832ª) completa el equipo.

EL DESARROLLO // Debido al tipo de competición (dos partidos de individuales el sábado desde las 13.30 horas y dos el domingo desde la una de la tarde, cerrando la eliminatoria el dobles, si fuera necesario), será difícil que Sorribes tenga una oportunidad, habida cuenta de la dificultad. Todo apunta a que Muguruza y Arruabarrena se disputarán los puntos en individuales, con Martínez (36ª en el ránking de dobles de la WTA) como fija para el último encuentro de la serie. Ahí es donde la provincial tendría opciones. Aunque, para entonces, España tendría que mantener con vida la eliminatoria.

Por si el rival y el escenario no fueran ya serios obstáculos de por sí, el frío puede ser otro de los condicionantes de la serie.