El apretado epílogo de Liga, con Real Madrid y Barcelona empatados a puntos a cuatro partidos del final (uno más para los blancos), ha elevado la temperatura del fútbol español, preparado para vivir un sábado trascendental, con el Bernabéu asistiendo a un Madrid-Valencia (16.15 horas) y, poco después, un Espanyol-Barça en Cornellà-El Prat (20.45 horas).

No hay día que no se genera una polémica a raíz de algunas declaraciones sonadas. El encargado, ayer, de encender la mecha fue Quique Sánchez Flores, que guarda una mala relación con Luis Enrique de la etapa de ambos, curiosamente, como jugadores del Madrid. «¿La foto con Luis Enrique? No ha habido tiempo. El poco tiempo libre que tengo, lo paso leyendo. Estoy muy feliz con mi libro: El payaso que hay en ti, de Caroline Dream», aseguró el técnico blanquiazul.

El divorcio se remonta a un desagradable desencuentro por 5.000 pesetas, una anécdota revelada hace unos meses. En 1995, el asturiano acusó a Quique de ser el topo que informó a Valdano, su entonces entrenador en el Real Madrid, de su fichaje por el Barcelona. El hoy técnico azulgrana le pidió que le devolviera las 5.000 pesetas que le había regalado por su boda... y el madrileño y se las tiró al suelo.

El Espanyol lleva más de una década sin vencer como local al Barça, una racha que Quique considera que es posible romper. «Esta temporada se transmite que es posible, estamos más cerca que otros años de afrontar con garantías el derbi. Tenemos nuestras posibilidades. Debemos ser valientes, pero no inconscientes», profundizó el blanquiazul.

CONTROLAR LAS EMOCIONES // Luis Enrique no entró al trapo y se mostró comedido. Sabe lo que le espera esta noche en territorio perico. «Será básico controlar las emociones», adelantó. Habló en general y habló en particular de Neymar, a quien calificó de «un especialista en aguantar estas situaciones», dijo. «Es el jugador que más faltas recibe y ha sido muy pocas veces expulsado, pero sí, será vital y necesario controlar las emociones», ahondó.

El técnico azulgrana calificó de «clave» la cita con el Espanyol, como ya lo era, obviamente, el clásico del Bernabéu. El Barça está obligado a ganar todos los partidos mientras siga la desventaja respecto al Madrid, con un encuentro más en la recámara. A la dificultad intrínseca de ganar a cualquier rival, se añade la entidad del Espanyol, un equipo que presentará «muchas dificultades y tendrá una motivación especial contra nosotros», según el retrato que hizo Luis Enrique.

A LA DEFENSIVA // Zidane estuvo más tenso que de costumbre. Después de apuntar que anímicamente se encuentra «de puta madre», manifestó que «no soy injusto con mis jugadores», en alusión al debate generado sobre si el Madrid de Lucas Vázquez, Morata y Asensio rinde más que el de Ronaldo, Bale y Benzema. «Hay otros clubs en los que los suplentes no juegan ni un minuto», añadió. «Hablo con los jugadores y les explico mi pensamiento, pero no voy a decirles tonterías», apostilló el francés.