Es difícil ser groguet en Valencia. Juan Villarroya, una de esas extrañas excepciones en territorio del principal rival, lo sabe bien, pero no le importa lucir con orgullo la camiseta del Villarreal por la capital del Turia. A sus 20 años, este futuro estudiante de Administración de empresas, lleva unos cuantos fiel al amarillo.

La atracción europea fue decisiva. “Ya me empecé a interesar por el Villarreal cuando disputó la primera Intertoto, pero fue a partir de la primera Champions cuando me decanté definitivamente por el Villarreal. Por supuesto, ni el descenso ha podido romper esta relación”. H