En el décimo aniversario. Una fecha señalada para un éxito soñado. El Alqueries consiguió esta temporada el ascenso a Liga Autonómica, el tercer escalón del fútbol femenino. Desde el club aseguran que no esperaban una temporada así al inicio del curso, pero lo cierto es que con 22 triunfos, dos empates y una sola derrota, 112 goles a favor y 18 dianas en contra, la campaña de las arlequinadas ha sido magistral.

Se podrían describir varias claves para entender la gesta lograda por las chicas de Rafa Font de Mora, pero sin lugar a dudas el compromiso ha sido una de ellas. El equipo entrena tres días a la semana y el sacrificio queda patente en la persona de varias futbolistas, pues algunas de ellas estudian en Tortosa o trabajan en Girona y cada fin de semana bajan a les Alqueries para entrenar el viernes y jugar el partido de la jornada el sábado o domingo.

Un piña en el vestuario // La ilusión también ha sido fundamental y lo dejaron ejemplificado en el lema de la camiseta honorífica por el ascenso del equipo: ‘Cuando la ilusión puede con todo’. Esa fue la mentalidad del grupo, la ilusión unida a las ganas y al esfuerzo, han desembocado en un equipo que logra un ascenso histórico y muy trabajado.

Pero no todo han sido alegrías en el Alqueries. En los dos últimos meses el conjunto de Rafa Font de Mora ha tenido muchos hándicaps en forma de lesiones, sin embargo, y en un momento trascendental, la aportación del banquillo ha sido clave, pues no se ha notado ninguna de las bajas de jugadoras teóricamente titulares en el tramo final del curso.

Hace dos temporadas el equipo quedó campeón de liga, seguido del Joventut de Almasora, actualmente en Segunda División. No obstante la entidad no pudo hacer frente al ascenso. Sin embargo, los apoyos al equipo denotan que el Alqueries femenino sí que podrá gozar en esta ocasión de una categoría que se ha merecido sobradamente en el campo.