Viniendo de donde viene, de una familia con solera ciclista y de una localidad donde este deporte ha proporcionado tantas alegrías, Isabel Ferreres Navarro (la Vall d’Uixó, 19 años) estaba predestinada a dedicar su vida a las dos ruedas. La corredora, promocionada por el proyecto FER (o sea, una olímpica en potencia) e impulsada por los múltiples éxitos que viene cosechando desde hace años, disfruta de su primera experiencia europea como profesional. No en vano, este miércoles viajaba a Bielorrusia para tomar parte en la cita de la Copa del Mundo de Minsk.

«No me esperaba para nada esta convocatoria, aunque supone un impulso, significa que estoy haciendo bien las cosas», manifestaba a Mediterráneo, a escasos minutos de coger el avión que le llevaba a la otra punta del continente. Consciente de su juventud, Isabel se toma con filosofía esta reválida. «Se trata de coger experiencia», señala, antes de sonreír sobre el sueño olímpico que acompaña a todo deportista: «Todavía es un poco pronto».

Programa abierto

La valldeuxense aún desconoce su programa en el Minsk Arena Velodrome, escenario de la quinta y última parada de la Copa del Mundo (donde, por cierto, esta vez no competirá el vila-realense Sebastián Mora, próximo a retomar el asfalto: participará con la selección española de pista en la Challenge de Mallorca). Isabel, que poco a poco ha ido dejando la velocidad para centrarse en el fondo, formará pareja con Eukene Larrarte en mádison: una hará puntuación y la otra el scratch, aunque el seleccionador Raúl Mena aún no ha determinado qué afrontará cada una.

Con todo, la vallera llega en un óptimo momento de forma. Lidera la Copa de España de ciclismo en pista, a falta de la última prueba (tendrá lugar en Palma de Mallorca, los días 10 y 11 de febrero), después de que la localidad madrileña de Galapagar acogiera durante el pasado fin de semana el segundo encuentro puntuable, después del disputado en el Lluís Puig (Valencia) en diciembre.

La tradición

Hace una década que apostó por el ciclismo, aunque, en su caso, fue una decisión fácil. «Iba a ver cómo mi padre, mis tíos y mis primos corrían, así que yo también quise», recuerda. «Además, en mi pueblo hay mucha afición», añade como recuerdo de corredores que han salido de la Vall, como Eduardo Castelló, Salva Meliá, José Francisco Jarque, Salvador Jarque, Paco Benítez...

Respaldada por el proyecto FER, que valora no solo por la «ayuda económica» sino por el «apoyo moral» que conlleva, es consciente de la dificultad que supone dedicarse a este deporte en España, más todavía en la categoría femenina. A principios de diciembre, Isabel tuvo la oportunidad de participar en los Seis Días de Gante, pues el ciclismo, en Bélgica, es el deporte rey: velódromo lleno, espectáculo deportivo y de entretenimiento...