Castalia vivió el primer alegrón de una prometedora temporada con la clasificación para la final territorial de la Copa RFEF gracias a una meritoria remontada ante el Novelda. El 3-0 de anoche, un resultado a todas luces muy corto, neutralizó el 2-0 de la ida en La Magdalena y posibilita que los albinegros se disputen contra el Elche Ilicitano el acceso a la fase nacional del torneo.

No es esta una competición que despierte pasiones precisamente. Por eso tiene más valor si cabe la respuesta del Castellón a tenor del lastre que arrastraban de hace siete días. No obstante, Joan Esteva ha convencido a cada uno de sus 25 jugadores de que tienen su espacio dentro del equipo. Incluso lo no habituales de la Liga, que respondieron al técnico con unas altas dosis de fe y ambición a la postre fundamentales a la hora de dar la vuelta a la eliminatoria.

El conjunto orellut no cometió el error de meter antes el segundo tanto que el primero. Pese a la clara desventaja, el equipo no traicionó el estilo marcado desde el mismo arranque de la pretemporada, con un fútbol pausado y aseado, que derivó en un asedio a la portería de Edu García. Los castellonenses fueron coleccionando una ristra de ocasiones claras, pero corrían el riesgo de llegar al descanso sin haber avanzado nada en la deseada remontada.

Tuvo que ser en la acción más embarullada, en un córner, cuando Zárate puso el 1-0 solo a escasos segundos del minuto 45.

CON MUCHA FE // El Castellón creyó todavía más en sus posibilidades de éxito a la vuelta del vestuario. Con todo, continuaba empeñado en desafiar a la lógica con fallos increíbles, como el de Charly Meseguer a puerta vacía. El vila-realense personificó el afán de superación del Castellón para lograr, tras una acción personal brillante, equilibrar la eliminatoria con un 2-0 (min. 72). Los orelluts, aupados en la cresta de la ola, completaron la remontada con el tanto de Gaby (min. 75).

A pesar de la exhibición defensiva y ofensiva, se vio obligado a sufrir en los instantes finales, cuando una mano salvadora de Álvaro Campos permitió que la afición se fuera a casa con una sonrisa en los labios y la sensación de que su equipo se encuentra en claro crecimiento. H