Llega el momento clave de la temporada y el TAU Castelló se ha puesto manos a la obra para mejorar su plantilla. Ha llegado el pívot Deividas Busma, pero el plazo para fichar todavía sigue abierto —finaliza el 28 de febrero— y si se pusiese alguien a tiro que mejorase el equipo y fuese asumible económicamente para el club podría terminar recalando a las órdenes de Toni Ten.

Y mientras existe esta posibilidad, el entrenador ondense ya podrá contar con el lituano mañana ante el Burgos, pero también podría tener a sus órdenes a otro fichaje. Se trata de Borja Arévalo, que se ha perdido los cuatro encuentros que se han disputado de la segunda vuelta y al que el parón en la LEB Oro por la disputa de la Copa Princesa le ha vendido muy bien. Decidió seguir trabajando los cuatro días que el resto de compañeros tuvieron libre —de jueves a domingo de la pasada semana— y aunque sigue siendo duda, cada vez está más integrado en el grupo y parece que ha dejado atrás la pubalgia.

Se lesionó tras el triunfo ante el Palma Air Europa en el último partido del 2016 y desde entonces el equipo ha encadenado una racha negativa de resultados, con una única victoria —en la pista del Barcelona B— y tres derrotas —Araberri, Ourense y Calzados Robusta—. «No creo que la mala racha se deba a mi ausencia. La plantilla está muy compensada y cuenta con jugadores de un gran nivel. De hecho, en todos los partidos que se han perdido han existido opciones de victoria y se superó a un rival complicado como es el Barcelona B a domicilio y en uno de los mejores partidos que ha hecho el equipo», señala.

Arévalo espera ayudar al equipo ya a partir de mañana ante el Burgos, pero tiene claro que si no está en plenas condiciones físicas esperará otra semana. «Una recaída sería peor, pero cada día me siento mejor», añade.

Gran temporada

El base riojano inició su aventura en el TAU Castelló el pasado verano, al que llegó de forma rocambolesca tras la marcha de Miki Servera, que había sido el elegido para acompañar a Joan Faner en la posición de 1. Pero este tuvo una oferta del CAI Zaragoza y el club que preside Luis García reaccionó de forma inmediata con la contratación de Arévalo.

Y este ha demostrado que no se equivocaron, pues está siendo el mejor del equipo. Quinto en valoración de toda la LEB Oro —mejor base— con 329 (19,35); quinto en recuperaciones, con 30 (1,76); séptimo en rebotes, con 119 (7) y noveno en asistencias, con 70 (4,12), dejan claro su brillante papel. «Me estoy encontrando muy bien y estoy contento de poder ayudar al equipo», indica.

Sobre las opciones esta temporada, Arévalo es cauto y reclama el «partido a partido». «Creo que los aficionados, tras lo acontecido la pasada temporada, piensan que debemos estar en el play-off. Lo principal es asegurar la permanencia, que cada vez está más cerca, y luego si existen opciones reales en las últimas jornadas, está claro que vamos a pelear por luchar por el ascenso», señala.

También tiene claro es que está «encantado en Castellón». «Me han acogido muy bien y no me importaría estar mucho tiempo. Es un club familiar». Y piensa que en un futuro se puede soñar con metas más ambiciosas.