Prohibido fallar en el último partido del curso del Madrid en el Bernabéu, donde el Sevilla amenaza con convertirse en el juez de la Liga y echar por tierra las esperanzas blancas de lograr el campeonato. Una derrota impediría al equipo blanco seguir dependiendo de sí mismo, pese a tener un partido pendiente, el que deberá disputar el próximo miércoles en Vigo ante el Celta. «Nos quedan tres finales», afirmó Zinedine Zidane.

Después de meter la cabeza en la final de la Champions, el Madrid aspira a ese doblete que se le resiste desde 1958 y que Zidane ve cerca. «Tal vez tenemos más posibilidades que nunca, pero nos faltan cuatro finales».

«Todavía no hemos ganado nada, pero hemos sido constantes y estamos cerca de nuestro objetivo», sostiene el francés. Tres encuentros comprometidos, el Sevilla, en casa, y Celta y Málaga fuera separan a los blancos de un título que no levantan desde la temporada 2011-2012. «Los tres partidos son muy complicados, pero solo pensamos en el del Sevilla. A los jugadores no les causa estrés jugárselo todo en tres partidos», apuntó Zidane, que tiene claro que para él es más importante gestionar al grupo «que la táctica».

El primer rival, el equipo de Sampaoli, tiene las cuentas claras. Dirá adiós al tercer puesto en cuanto el Atlético sume un punto de los seis que restan. Por contra, les bastaría con un punto para asegurarse la cuarta plaza que da opción a jugar la previa de Champions. Si no lo consigue este domingo en el Bernabéu, lo sumaría en la última jornada frente al Osasuna.

En la cita de hoy no estará Pepe. El central portugués, que no seguirá la próxima temporada en el Madrid, se ha resentido de sus problemas en las costillas y no podrá despedirse de la afición tras 10 años en el club.